Obras de emergencia en la Casa del Labrador del Real Sitio de Aranjuez
Patrimonio Nacional ha puesto en marcha una intervención por valor de 7,3 millones de euros para rehabilitar este edificio histórico
La borrasca Filomena aceleró el deterioro provocando graves daños en la estructura
REDACCIÓN/AGENCIAS
Patrimonio Nacional ha puesto en marcha una intervención de emergencia por valor de 7,3 millones de euros para rehabilitar la Casa del Labrador, en el Real Sitio de Aranjuez, tras detectarse "graves patologías en su estructura", cuyo deterioro se aceleró en enero como consecuencia de la borrasca Filomena.
Las actuaciones previstas se están llevando a cabo bajo la supervisión de la Dirección de Inmuebles y Medio Natural y se desarrollarán durante los próximos 3 años con el objetivo de "poder recuperar la visita pública a esta joya del neoclásico español a partir de 2023", informa Patrimonio Nacional en una nota de prensa.
Traslado de las obras de arte
La primera fase del plan de actuación, que se inició en febrero, ha requerido el traslado de parte de las obras de arte que contiene la Casa del Labrador hasta el Palacio Real de Aranjuez. Las obras que por su volumen no han podido ser retiradas se han protegido "adecuadamente".
La fase más compleja de toda la intervención será la que permitirá consolidar la estructura de la cimentación del edificio, que se llevará a cabo mediante micropilotes de hormigón a ambos lados de los muros de carga.
"Esta intervención supone un compromiso inequívoco con nuestro patrimonio, en este caso con el Real Sitio de Aranjuez y sus ciudadanos, y con todos los visitantes que a partir de 2023 podrán volver a disfrutar de este inmueble tan singular", ha destacado la presidenta de Patrimonio Nacional, Llanos Castellanos.
Arquitectura neoclásica
La Real Casa del Labrador de Aranjuez es una construcción original de 1790 concebida como casa de campo para Carlos IV y uno de los mejores conjuntos del neoclasicismo en España.
Declarada Monumento Nacional desde 1931, se enclava en el entorno privilegiado del Jardín del Príncipe, un espacio natural formado por el río Tajo y modelado por la acción humana, declarado Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001.
Napoléon detuvo la construcción
Si bien la construcción fue iniciada por el arquitecto Juan de Villanueva, su planta en U deriva de la ampliación por su discípulo, Isidro Velázquez, quien añadió las dos alas laterales y otorgó al edificio su aspecto de palacete, con un pequeño patio ornamentado con bustos de emperadores romanos, y con las armas reales coronando la fachada principal.
El rey Carlos IV supervisó siempre la refinada decoación interior y contrató a los mejores artistas, logrando así la excelencia en los 14 años entre el inicio de la construcción y la suspensión de las obras con la invasión napoleónica de 1808.Ya en la década de 1820, Fernando VII ordenó incorporar las lámparas de bronce dorado, los jarrones de porcelana y un mobiliario renovado.