Aranjuez se ha convertido con el tiempo en un lugar de escapada en familia o entre amigos a tan solo 30 minutos de la capital de España, Madrid.
Pero más allá de los tópicos o de las costumbres, Aranjuez es una ciudad para caminar, para perderse entre sus espectaculares jardines o para descubrir ese legado que ha dejado la realeza con el paso de los años.
Palacio Real de Aranjuez
Es, sin lugar a dudas, la mayor atracción de este municipio. Una de las residencias de la Familia Real Española que actualmente es gestionada y mantenida por el Patrimonio Nacional.
Jardines de Aranjuez
Todo palacio cuenta con un gran jardín. En el caso del Palacio de Aranjuez, lo cierto es que los jardines han tomado casi mayor protagonismo que la vivienda real, o por lo menos, se han levantado como un monumento individual.
Son una serie de bosques y parques ajardinados que cuentan con numerosas fuentes y estatuas. En total son cuatro, tenemos el Parterre, el de la Isla, el del Príncipe y el de Isabel II.
Iglesia de San Antonio
Es un hermoso templo barroco que fue mandado construir por Fernando VI de España. Su construcción se inició en 1752 y fue a manos de Santiago Bonavía. Posteriormente, Carlos III mandó ampliarla incorporando cubiertas a dos aguas.
Casa del Labrador
Es una de las residencias de la Familia Real Española. Se caracteriza por ser un palacete de estilo neoclásico cuya construcción empezó en el siglo XVIII. Por fuera es más sobrio, pero en su interior, encontramos una decoración bastante suntuosa, realizada por Jean-Démoshtène Dugourc y pinturas de Mariano Salvador Maella.