Jaime Giménez Arbe, conocido como El Solitario, acusado de haber perpetrado un atraco a mano armada en un banco de la carretera de Canillas el 7 de febrero de 2007, ha negado en la Audiencia de Madrid haber cometido el robo y ha opinado que son los bancos los que tienen que responder de sus desfalcos.
La Fiscalía pide una pena de quince años y nueve meses de prisión para El Solitario por los delitos de robo con violencia, depósito de armas de guerra y falsificación de documento público, con la circunstancia agravante de disfraz.
La defensa solicita la libre absolución del procesado por considerar que "no hay pruebas concluyentes" para identificar a Giménez Arbe como autor de los hechos y que se le imputan delitos de tenencia ilícita de armas y de falsificación de documento público por los que ya fue condenado. +
El Solitario ha saludado a los cámaras de televisión y a los fotógrafos, que han tomado imágenes al comienzo del juicio, diciéndoles: "Buenos días", "Salud" y "Salut i força al canut".
Al ser preguntado por la fiscal si el 7 de febrero de 2007 entró en una sucursal bancaria, Giménez Arbe ha señalado que exactamente no sabe "qué estaba haciendo ese día", pero ha asegurado que no entró en ninguna entidad bancaria disfrazado con bigote o peluca en esa fecha y que no conoce el barrio de Canillas, al que confunde con el de Canillejas.
SON LOS BANCOS LOS QUE TIENEN QUE RESPONDER
El Solitario se ha negado a responder a la abogada de la acusación particular, que representa a la entidad bancaria atracada, por considerar que "son los bancos los que tienen que responder de sus desfalcos y sus robos cometidos durante años con la connivencia del poder político y del poder estatal".
Preguntado si tenía armas en su domicilio, ha explicado que, cuando se registró la vivienda donde residía, él estaba detenido en Portugal, aunque tendría que haber estado presente en esas diligencias.
El procesado ha considerado que el registro de su domicilio fue "ilegal" e "inconstitucional" porque, desde su punto de vista, se autorizó a la Policía a entrar en su casa "sin ningún tipo de garantía" como si se aplicara la "ley de la patada en la puerta" del ministro Corcuera.
"No le puedo asegurar lo que había en mi casa", ha respondido el acusado a la fiscal, antes de apuntar que la Policía entró en su vivienda "como el caballo de Atila" y se llevó objetos personales de tanta relevancia para la investigación con su título de patrón de barco o su pasaporte caducado.
Sobre las placas de matrícula falsificadas intervenidas en su domicilio, ha manifestado que las tenía en su casa "como elementos decorativos" y que no veía la falsificación. "Yo he trabajado siempre", ha subrayado El Solitario, quien ha precisado que se ha ocupado como técnico cualificado en equipos de refrigeración industrial en países como Estados Unidos, Libia o Argelia.
"Pertenezco a la clase trabajadora y estoy muy orgulloso de ello", ha aseverado el acusado antes de exponer: "Por mi ideología considero que no debo pagar a Hacienda que suministra fondos a mi enemigo que es el Estado", por lo que siempre ha trabajado "en negro", en la economía sumergida.
Cuatro empleados de la sucursal bancaria donde se produjo el atraco han remarcado que un individuo con perilla, gafas de pasta, gorra y un abrigo tipo tres cuartos de color verde oscuro, entró en la esclusa, mostró una muleta, que pitó en el control, y entró directamente a la caja.
IMPOSIBLE DE IDENDIFICAR
Varios agentes de la Policía han recordado que una serie de informaciones condujeron a la detención de Giménez Arbe, que era "imposible" de identificar en las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad porque iba disfrazado, por su modus operandi, su complexión o su forma de andar.
En el registro de su domicilio, los agentes encontraron armas, munición, placas de matrícula, máscaras y diversa documentación, entre otros materiales. Un responsable de la Policía en Madrid ha remarcado que no le consta que haya habido ningún imitador de El Solitario.
Según el relato de la Fiscalía, el acusado se dirigió a la zona de caja y amenazó a los trabajadores con una pistola, diciéndoles que se estuvieran quietos, para a continuación introducir los 16.510 euros que había en caja en una bolsa y salir rápidamente del lugar.
El Solitario fue detenido el 23 de julio de 2007 en la costera localidad portuguesa de Figueira da Foz después de años de investigación, ya que solía utilizar el mismo modus operandi al efectuar los atracos.
A Giménez Arbe, el atracador más famoso de España, se le imputan una treintena de delitos, entre ellos el asesinato de dos guardias civiles en Navarra en 2004, por el que fue condenado a 47 años de prisión.