Los vecinos de los barrios de La Alhóndiga y San Isidro, en Getafe, tienen miedo a dejar el coche en la calle. Desde hace meses llevan sufriendo una oleada de robo de catalizadores de sus coches.
Los ladrones actúan en estacionamientos cercanos a Cercanía, Metro o el Hospital. Lo hacen de noche e incluso a la luz de día. Una preocupación creciente que, desde el sindicato UPM de policía municipal de Getafe afirman, es una más de las consecuencias ante la falta de agentes en su plantilla.
Los catalizadores, según fuentes policiales, se trata de un elemento del coche que contiene metales preciosos como el platino o el rodio y se puede desmontar en segundos. Un elemento, dicen, muy cotizado por las bandas organizadas ya que existe un mercado negro donde venderlos, que bien pueden ser en desguaces fuera de control o en internet.