Arriesgados saltos desde las rocas, embarcaciones en zonas en las que no se puede navegar y bañistas que tratan de cruzar a nado distancias traicioneras. Demasiados peligros y muy poca seguridad en el pantano de San Juan. Las dos personas ahogadas esta semana revelan un problema grave: A pesar de la afluencia en verano, no hay socorristas.
Los vecinos denuncian que pese a ser el único pantano en el que está permitido el baño y que en esta época se llena de jóvenes y familias, no hay un dispositivo de vigilancia permanente para socorrer a los bañistas que necesiten auxilio.
Los efectivos de la Unidad subacuática de la Guardia Civil (Geas) conoce a la perfección este pantano, donde entrenan, realizan tareas de prevención y por desgracia cada año intervienen junto a los bomberos de la Comunidad en las tareas de rescate de las víctimas mortales. Esta semana dos, una joven y un varón de 28 años, en apenas 72 horas. Por eso los agentes insisten en que hay que ser especiamente cautos en un pantano donde conviven embarcaciones, bañistas y piraguas en sus 14 kilometros de perímetro y donde se viven cada fin de semana situaciones de riesgo .
Una asociacion vecinal de la zona valora positivamente a labor de los Bomberos, el Summa y la Guardia Civil, pero creen que lo que realmente hace falta son socorristas que acudan en auxilio de los bañistas.
Por su parte, el sindicato CSIT pide más recursos para el cuerpo de bomberos. En un comunicado, afirman que en el ahogamiento del pasado viernes tuvieron que acudir las embarcaciones de Aldea del Fresno porque las dos de San Martín de Valdeiglesias estaban de baja.