Conducir por el carril bus de la avenida de Córdoba es cada vez más complicado debido a los baches que tiene la calzada. Unos baches que casi son socavones y que nadie parece querer arreglar.
Así que a los conductores de autobuses no les queda más remedio que esquivarlos, y se ven obligados a reducir la velocidad o incluso a cambiar de carril. Las quejas se extienden también a vecinos y viajeros que alertan del peligro debido al estado de la calzada.