Un pocero ha resultado intoxicado muy grave y otro grave tras inhalar gas cianhídrico mientras trabajaban en el pozo de un edificio del centro de Madrid en el que había una gran concentración de ese gas, lo que ha provocado que dos policías y dos bomberos también hayan tenido que ser atendidos.
Según ha informado un portavoz de Emergencias Madrid, el suceso ha ocurrido sobre las 17.30 horas en el número 2 de la calle San Felipe Neri de la capital, junto a la esquina con la calle Mayor.
Por causas que investiga la Policía Municipal de Madrid, dos obreros que trabajaban en el pozo de la citada finca para arreglar un problema surgido en la red de saneamiento han comenzado a encontrarse mal y uno de ellos se ha desvanecido, mientras su compañero lograba salir.
El obrero que se ha desmayado ha quedado atrapado en el interior del pozo, a unos cinco metros de profundidad.
Cuando los bomberos y los servicios de emergencia han llegado a lugar han comprobado que en el pozo había una gran concentración de gas cianhídrico, muy tóxico y potencialmente letal, ha precisado la misma fuente.
El obrero que había logrado salir del pozo presentaba una intoxicación grave por inhalación de este gas, por lo que el Samur le ha administrado un antídoto para el envenenamiento (hidroxocobalamina), y le ha trasladado en estado grave al hospital Clínico.
Su compañero ha sido rescatado por los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, que han tenido que utilizar un torno o polea para entrar al pozo, de muy difícil acceso, y emplear equipos de protección respiratoria.
El hombre estaba semiinsconsciente y presentaba una grave intoxicación por el mismo gas que le había provocado también un envenenamiento, por lo que se le ha aplicado el antídoto y se le ha trasladado en una UVI móvil al hospital Gregorio Marañón, muy grave.
Debido a la alta concentración del gas en el pozo, dos bomberos y dos policías municipales han resultado intoxicados leves y han sido evacuados al hospital Gregorio Marañón.
La zona contaminada se ha limitado al pozo de la finca, sin que los vecinos de la misma ni los viandantes se hayan visto afectados por el gas.
El gas cianhídrico se genera por la putrefacción de los residuos acumulados en las redes de saneamiento y es muy tóxico y potencialmente letal.