La reducción de la movilidad por la crisis de la Covid-19 ha provocado una mejora sin precedentes de la calidad del aire, también en relación al ozono troposférico, han advertido los autores del informe que elabora Ecologistas en Acción con los datos de las redes oficiales de análisis de la calidad del aire.
La contaminación por ozono ha caído casi un 30% en Madrid, en 2020. No obstante, los 6,7 millones de habitantes de la Comunidad de Madrid han seguido respirando aire contaminado por ozono durante el verano de 2020. El trabajo concluye que la totalidad de la población y del territorio madrileños "han estado un año más expuestos a niveles insalubres de este contaminante".
Adoptar medidas eficaces
Desde Ecologistas insisten en que "el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid siguen sin adoptar medidas eficaces sobre el transporte y la industria que eviten los episodios puntuales y reduzcan los elevados niveles de fondo".
Si se considera el valor objetivo establecido por la normativa, más permisivo que la recomendación de la OMS, la población que ha respirado aire contaminado por encima del estándar legal es de 3,3 millones de personas.
Los más y los menos afectados
La contaminación por este gas ha afectado a todas las zonas salvo la Cuenca del Alberche y la ciudad de Madrid. Veintiséis estaciones de medición de todas las zonas de la Comunidad han incumplido el objetivo legal en el trienio 2018-2020.
La mejoría de la situación ha sido en especial relevante en la Cuenca del Tajuña, con una reducción del número de días con mala calidad del aire. De manera puntual, el ozono ha aumentado en algunas estaciones de Madrid capital como Arturo Soria, Escuelas Aguirre y Plaza del Carmen.
Una superación del nivel de aviso
Sólo se ha registrado una superación del umbral de información a la población, con una única notificada en la estación de Alcalá de Henares durante el episodio de alta contaminación del 23 de julio, frente a las 62 superaciones del año pasado, las 324 de 2015.
El coste sanitario y laboral de la contaminación por ozono fue de 5.000 millones de euros en 2013, un 0,33 % del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.
Contaminación y Covid
La crisis de la Covid-19 ha demostrado que la reducción estructural del transporte y la descarbonización de la industria son las mejores herramientas para mejorar la calidad del aire que respiramos, en las ciudades y en las zonas rurales, también en el caso del ozono.
La comunidad científica trata de establecer la posible relación entre aumentos de contaminación y aumento de casos por coronavirus.