Asturias, una de las dos únicas comunidades en manos socialistas, debe ser objeto de un proyecto "sólido, progresista y audaz" a medio y largo plazo, según ha planteado este martes el presidente en funciones del Principado y candidato a la reelección, Adrián Barbón, que ha ofrecido consensos al resto de grupos parlamentarios, al margen de que llegue a un pacto de gobierno con IU.
El proceso de investidura de Barbón se ha iniciado este martes en la Junta General del Principado con un discurso en el que a lo largo de 80 minutos ha planteado su programa de gobierno para los próximos cuatro años y en el que ha ofrecido a la oposición amplios consensos sobre el reto demográfico, salud mental, infraestructuras, financiación autonómica y concertación social.
En su intervención, Barbón ha defendido también un pacto para blindar las políticas de igualdad y la lucha contra la violencia machista y ha arremetido contra Vox, que a raíz de las elecciones del 28 de mayo se ha convertido en la tercera fuerza política de Asturias.
Tras reconocer que es "muy consciente" de lo que dice y de las fechas en las que lo dice, a menos de una semana de las elecciones generales, Barbón ha afirmado que su gobierno "no ayudará a blanquear una fuerza que hace bandera de la reacción", al igual que en su día hizo una conservadora como la canciller alemana Ángela Merkel.
En su opinión, Asturias debe mantenerse "a salvo de la involución política" y que el entendimiento que busca con IU-Convocatoria por Asturias para conformar un "gobierno fuerte, estable y de progreso" es compatible con una "permanente disposición al diálogo" con otros grupos parlamentarios.
El debate de investidura continuará mañana con el posicionamiento de todos los grupos parlamentarios y la posterior votación del único candidato a la presidencia del Principado, ya que el líder popular, Diego Canga, decidió finalmente no presentarse dada la aritmética de la Cámara asturiana.
Barbón cuenta con el apoyo de los 19 diputados socialistas y de los tres de IU, formación con la que sigue negociando un gobierno de coalición que pretende tome posesión el 1 de agosto, pero precisa del apoyo de la única diputada de Podemos, Covadonga Tomé, para ser elegido en primera votación por mayoría absoluta -un mínimo de 23 de los 45 diputados de la Cámara-.
Aunque Podemos acordó este fin de semana apoyar la investidura de Barbón, su diputada, enfrentada a la dirección regional, ha convocado para hoy una asamblea abierta para decidir si finalmente vota a favor o se abstiene -el reglamento impide votar en contra-, en cuyo caso Barbón tendría que esperar hasta el viernes para ser reelegido presidente por mayoría simple.