La Comisión Europea ha dicho este lunes que el dinero sobrante del rescate bancario concedido a España por el Eurogrupo (alrededor de 60.000 millones de euros) no puede utilizarse para inversiones como el plan de empleo y lucha contra los desahucios propuesto por el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Rubalcaba propuso este domingo destinar lo que queda del préstamo de la UE para la banca española a crear dos fondos: un fondo público de 20.000 millones para financiar a las empresas y otro de 10.000 millones para reestructurar la deuda de los hogares.
Sin embargo, el dinero del rescate bancario procedente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) no puede utilizarse para otros objetivos que no sean la recapitalización de entidades con problemas, según han resaltado este lunes fuentes comunitarias.
Ni siquiera si España pide renegociar los términos del rescate -lo que exigiría pactar con el Eurogrupo un nuevo memorándum con condiciones adicionales- el dinero podría destinarse a un plan como el que propone el líder de la oposición.
RUBALCABA RECONOCE QUE EL PACTO ES DIFÍCIL
La Comisión Permanente del PSOE analizó el "Plan de reactivación económica y creación de empleo" de Alfredo Pérez Rubalcaba, que reconoció después en rueda de prensa que "el gran pacto social" que propone al Gobierno y a los agentes sociales es "tan difícil como necesario".
El ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró que el Gobierno "siempre está abierto a escuchar", aunque ha rechazado las propuestas socialistas destinadas a crear fondos concretos contra el paro o para financiar a las pymes.
Tras dar la bienvenida a la iniciativa del PSOE, De Guindos rechazó la propuesta del partido que dirige Rubalcaba de crear un fondo, porque "no se trata de crear un fondo para cada uno de los problemas de la economía española", sino de "hacer reformas para que las empresas privadas creen empleo".
"UN ACUERDO COMPLEJO"
El líder socialista aseguró que lograr ese acuerdo "es complejo, pero no imposible", y para ello reafirmó que su intención no es "poner listones imposibles de saltar". Aunque los socialistas tienen sus particulares "líneas rojas", no está dispuestos a ponerlas ahora sobre la mesa porque esperan primero la respuesta del presidente del Gobierno en su comparecencia del próximo miércoles en el Congreso de los Diputados.
Mientras tanto, Rubalcaba considera que el Ejecutivo ha hecho "una cosa bien", que es llamar a sindicatos y empresarios para intentar un acuerdo. "Es un paso", reconoció el líder socialista, pero que deberá ir seguido de diálogos con las fuerzas políticas y las comunidades autónomas.
Consciente de que su propuesta "no será fácil de desarrollar", Rubalcaba la defiende como "un paso" hacia un acuerdo de concentración nacional que por sí sólo "no nos sacará de la crisis", pero permitirá una salida "más justa, que es lo que debemos intentar hacer".
Los socialistas no tienen cuantificado el coste de su plan para preservar el empleo, pero defienden que será "barato" y, sobre todo, permitirá que los trabajadores conserven su empleo.
Rubalcaba asume que "habrá que hablar con Bruselas" para disponer de esos 30.000 millones de euros con que se había dotado el rescate bancario, pero insistió en advertir a las autoridades comunitarias que la alternativa a su plan es gastar esa misma cantidad dentro de un año en "recapitalizar bancos". Propone, por tanto, una "recapitalización preventiva" de los bancos y no un plan directo de ayudas al empleo, aunque no dio más detalles.
Ante la primera valoración del Eurogrupo que ya ha anticipado que esos fondos no pueden dedicarse a planes de creación de empleo, Rubalcaba instó a la UE a que no desestime su propuesta sin analizarla en profundidad, una petición que extendió al coordinador de IU, Cayo Lara, quien la rechazó y puso hoy en valor su propia propuesta de reforma fiscal.