El Pleno del Congreso aprobará hoy la reforma impulsada por el PP con forma de proposición de Ley Orgánica para imponer el consentimiento paterno a las chicas de 16 y 17 años que quieran someterse a un aborto y lo hará en medio del "malestar" dentro del grupo, donde varios diputados romperán la disciplina de voto y otros tantos la acatarán pese a no estar "cómodos" con la votación, según informan fuentes parlamentarias.
La discrepancia que podrían llegar a expresar "diez o más diputados", conforme las fuentes del PP, se escenificaría en primer lugar durante la votación de las enmiendas de Unión del Pueblo Navarro, que, salvo cambio de última hora, llegan vivas al Pleno y están inspiradas en los mismos argumentos que esgrimieron los 'populares' cuando recurrieron al Tribunal Constitucional la ley de plazos.
Estas enmiendas fueron rechazadas por el PP la semana pasada en la Comisión de Sanidad, la misma en la que tres de los diputados críticos con la reforma del aborto fueron reemplazados por otros compañeros a instancias de la dirección, alegando que como la suya es una posición "minoritaria" dentro de la formación, no debían representar aquel día al resto de sus compañeros.
Se trata de Antonio Gutiérrez, Lourdes Méndez y Eva Durán, que están de acuerdo con las enmiendas de UPN y podrían votar a su favor, al igual que José Eugenio Azpiroz y Javier Puente, otros dos de los diputados que se han venido mostrando abiertamente críticos con la reforma parcial emprendida por el PP y que consideran claramente insuficiente. Según las fuentes consultadas, no son los únicos: diez o más diputados podrían acabar apoyando esas enmiendas contra el criterio de la dirección del PP.
Este criterio ha sido mantener la reforma en los mismos términos en que fue registrada en la Cámara el pasado mes de abril, limitada a tocar las leyes de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo y la de Autonomía del Paciente para que el supuesto de aborto sea una de las tres excepciones en que una persona mayor de 16 años necesita el permiso de sus padres para someterse a un tratamiento médico, junto a las técnicas de reproducción asistida y los ensayos clínicos.
El PP considera que este es el único aspecto de la ley para cuyo cambio hay consenso social suficiente. Después de que el Gobierno retirase un proyecto de ley que instauraba un sistema de supuestos más restrictivo que de los años 80, la decisión ha sido ceñirse a su promesa electoral de imponer el consentimiento paterno a las menores de edad.
Durante la tramitación parlamentaria, la portavoz en este asunto, Marta González, ha añadido además prefieren esperar a que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre el recurso contra la ley actual que los diputados del PP plantearon en su día y emprender una reforma más profunda en consecuencia. No ha señalado, no obstante, si en caso de que los magistrados avalasen la normativa se mantendría la promesa de modificarla.
"LA REFORMA NO ES CONSTITUCIONAL"
Para los diputados 'díscolos' el principal problema de la reforma parcial que plantea su grupo es que viene a avalar el resto de la ley, con la que no están de acuerdo. Fijan como línea roja para apoyar la iniciativa que se incluya otra modificación para dejar establecido que el aborto en ningún caso es un derecho de la mujer, aunque su aspiración sería que aboliese el sistema de plazos y volviese a un sistema de supuestos despenalizados como el de 1980.
Escenificarían así, una segunda discrepancia durante el pleno, pues si el contenido del texto finalmente no sufre modificaciones, estos cinco diputados tienen previsto romper la disciplina de voto como ya hicieron el pasado mes de abril, cuando por primera vez el PP sometió la iniciativa a consideración del Congreso: Gutiérrez, Méndez, Azpiroz y Puente, como entonces, no emitirán votación aunque estarán en su escaño. Durán, por su parte, volverá a votar en contra.
"No lo puedo votar porque no se puede defender a la vez el derecho a la vida y el derecho al aborto. Además, la apelación al Tribunal Constitucional para que se pronuncie supondría una dejación de nuestra responsabilidad como legisladores. Por último, la reforma que se plantea no es una opción constitucional y cualquiera que se pretendiera debiera serlo, dado que existe jurisprudencia en la sentencia de 1985", explica Lourdes Méndez.
No obstante, queda una tercera vía. Que el PP acepte introducir un cambio en la proposición de Ley Orgánica pactando a partir de alguna de las enmiendas de Unión del Pueblo Navarro en el último momento. Esta tesis, al menos, es la que le dieron a entender desde la dirección a Antonio Guitiérrez cuando se le sustituyó por otro diputado en la Comisión de Sanidad, según él mismo declaró a Europa Press la semana pasada. Con todo, si ese cambio no es sustancial, tampoco estos diputados lo votarían.
Mientras, el PSOE, Izquierda Plural (IU, ICV-EUiA, CHA), PNV, ERC, BNG y UPyD piden la retirada de la reforma porque considera que aboca a un aborto ilegal e inseguro a las chicas en mayor situación de vulnerabilidad; los diputados de UPN y de Unió la apoyan porque venían reclamando el cambio en el consentimiento y en Convergencia Democrática de Cataluña, que da libertad de voto en este asunto, las posiciones oscilan entre el no y la abstención.
LOS OBISPOS PIDEN "COHERENCIA" A LOS DIPUTADOS
El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo, ha pedido "coherencia" a los diputados en la votación este jueves en el Congreso de la reforma de la Ley del Aborto, que impedirá a las menores de 16 y 17 años abortar sin consentimiento paterno, y ha animado a las jóvenes embarazadas que sean "fuertes" y opten por el "sí a la vida".
"Lo menos que se pide es la coherencia con los principios, si son variables según las demandas y ofertas electorales o según las modas, habría una despersonalización y un diputado no deja de serlo y está llamado a ser coherente", ha subrayado Gil Tamayo.Además, se ha dirigido a las menores de 16 y 17 años a las que afecta la reforma de la Ley del Aborto, que pueden estar viviendo una situación "dramática" y se enfrentan a la "tragedia del aborto", para pedirles que sean "fuertes" y sigan adelante con su embarazo.