El Tribunal Constitucional ha anulado la declaración unilateral de independencia (DUI) acordada por el Parlament el pasado 27 de octubre, un fallo que ha adoptado al aceptar el incidente de ejecución presentado por el Gobierno, en virtud del cual ya la había suspendido cautelarmente. El pleno del TC ha decidido, además, denunciar por desobediencia a sus sentencias a la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, y a los miembros de la Mesa, tal y como pedía el incidente presentado por el Ejecutivo central.
El Tribunal Constitucional suspendió el pasado 30 de octubre la DUI al admitir a trámite el incidente de ejecución del Gobierno. Ahora la ha anulado definitivamente. Además, en el pleno convocado para esta mañana, el alto tribunal ha anulado también definitivamente la ley de transitoriedad catalana, que también había sido anulada provisionalmente y que pretendía convertir a Cataluña en una república.
El Ejecutivo solicitaba así mismo en su incidente una nueva denuncia del Constitucional, por desobediencia, contra los miembros de la Mesa del Parlament y ante la fiscalía. Esa es otra de las medidas adoptadas también hoy por el TC. Dicha deducción de testimonio por desobediencia conducirá con toda probabilidad a una nueva querella del fiscal contra Forcadell y otros miembros de la Mesa que hayan desobedecido al TC (lo que excluirá de la querella a José María Espejo, de Ciudadanos).
Además, el Constitucional ha perdonado las multas que impuso a los responsables de la administración electoral del 1 de Octubre, Josep Maria Jové y Montserrat Vidal. El alto tribunal tiene previsto adoptar esta misma resolución, anular las multas, para los síndicos electorales del 1-O, a quienes también se las impuso. Sin embargo, esta medida no se ha notificado todavía.
El Constitucional (TC) multó con 12.000 euros diarios al que fuera número 2 de Economía de la Generalitat, Josep Maria Jové; y con 6.000 euros diarios a Montserrat Vidal, jefa de área de procesos electorales de la Generalitat.
También impuso las mismas multas, repartidas en función de su rango, a los síndicos electorales encargados el seguimiento del 1-O.
Con esa decisión aplicó por primera vez la reforma legislativa que le permite imponer sanciones a altos cargos independentistas. Esas multas tuvieron el efecto coercitivo que perseguían, ya que ninguno de los implicados actuó como parte de la administración del referéndum ilegal. De este modo, y por esa razón, el Constitucional las ha dejado sin efecto.