El tradicional discurso del Rey en Nochebuena ha provocado elogio sy críticas por parte de los representantes del mapa político español.
La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha mostrado respeto este lunes por el mensaje navideño del Rey: "Respeto la opinión del jefe del Estado y también espero que se respeten las opiniones de los catalanes que se expresaron en las urnas el 21 de diciembre".
Por su parte, Eduard Pujol, portavoz de Junts per Catalunya ha afirmado sobre el discurso que "el Monarca se alineó nuevamente con esta forma de hacer política y me sorprende que no haya tomado nota de la voluntad de los catalanes en las urnas".
El portavoz del grupo municipal de ERC en Barcelona, Alfred Bosch ha manifestado: "exigimos al Reino de España y al Rey que abandonen la unilateralidad y la violencia".
Podemos ha sido especialmente crítico con el discurso de Felipe VI al que acusan de ser el "Vocero del PP", en palabras de Rafael Mayoral, secretario de Movimientos Sociales. El secretario de Organización de la formación morada, Pablo Echenique ha acusado al Rey de ser "incapaz de reconocer el fracaso de su hoja de ruta en Catalunya".
El PNV ve más de lo mismo en las palabras del Rey. "Su discurso sonó más a advertencia que a diálogo auténtico", ha afirmado su portavoz, Aitor Esteban.
El resto de partidos nacionales no comparten las críticas al Rey. El Partido Popular hace suyas las palabras de Felipe VI, su llamamiento a la tranquilidad, la necesidad de pasar página en Cataluña y de mirar al futuro. "Volver a ponerse al frente de la Nación española", ha dicho Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP.
El PSOE comparte también las preocupaciones del Monarca destacando su mirada de "construcción del futuro sin temor del presente", en palabras de José Luis Ábalos, secretario de Organización del partido.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, fue de los primeros en valorar el discurso de Felipe VI, del que dice que "nos representa a la mayoría de los españoles".