Las autoridades españolas y marroquíes están negociando la aplicación de un procedimiento ágil para facilitar la reagrupación de los niños que cruzaron solos irregularmente la frontera de Ceuta entre el lunes y el miércoles y cuyas familias les reclaman desde el Reino alauita, que siempre se ha negado a aplicar los protocolos establecidos en la normativa para la repatriación de menores migrantes desde las ciudades autónomas por su reivindicación anexionista.
Ello obligaba a los progenitores, según han explicado fuentes del Servicio de Protección a la Infancia de la Ciudad y judiciales, a cruzar personalmente para recogerlos el paso del Tarajal, que permanece cerrado desde la declaración de la pandemia del coronavirus.
La Policía Nacional ya ha reseñado a "más de 400" de los alrededor de 800 menores acogidos en una nave de los polígonos anexos a la frontera y en los módulos prefabricados de Piniers a la espera de que los militares monten un campamento de emergencia junto al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) y las autonomías se hagan cargo de los 200 que ya tutelaba la Ciudad para liberar el Centro de Realojo Temporal de 'La Esperanza'.
De los 1.500 menores que, de acuerdo con las estimaciones de la Delegación del Gobierno, habrían entrado en Ceuta entre el lunes y el miércoles, quienes lo hicieron con familiares ya han podido o podrán retornar con ellos y un número indeterminado de adolescentes continúa vagando por las calles de la ciudad.
Noche sin presión
La frontera del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos así como el espigón fronterizo no han registrado esta noche ni a primeras horas de la mañana de este viernes intentos de entrada, de modo que no se cumplen ya dos días sin actividad en la zona.
Según han informado a fuentes de la Delegación del Gobierno y ha comprobado sobre el terreno, la tranquilidad es la nota característica tanto en la frontera como en el entorno, ante la ausencia de personas inmigrantes que busquen entrar a nado o bien a través del vallado.
Desde primeras horas de esta mañana un grupo de ocho marroquíes, entre ellos una mujer y su hijo, se encuentran en la cola que conduce a la aduana fronteriza para regresar a su país, después de haber pasado los últimos días deambulando por Ceuta.
Los Gobiernos de España y Marruecos alcanzaron el acuerdo de permitir el regreso de estos grupos de personas con un máximo de 40 cada dos horas, comenzando este proceso a partir de las diez de la mañana.
Estos marroquíes han explicado sólo quieren volver a Marruecos puesto que han comprobado que en Ceuta carecen no sólo de cualquier tipo de medios para subsistir sino, lo más importante, un techo para dormir.