- Compartir:
- Compartir en Facebook
- Compartir en Twitter
- Compartir en Whatsapp
- Compartir en Messenger
- Compartir en Messenger
Gobierno y sindicatos comparten el mismo discurso en el 1 de mayo
- Los sindicatos han asumido las reivindicaciones del ejecutivo
Los sindicatos han asumido las reivindicaciones del ejecutivo pidiendo renovar el CGPJ.Los secretarios generales de CCOO Y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, exigieron este miércoles mejoras laborales como la reducción de la jornada a 37,5 horas, al tiempo que insistieron en que se renueve cuanto antes el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), tildando Sordo de “bobada” la tesis de que los jueces sean quienes elijan a su órgano de gobierno.
Álvarez y Sordo apuntaron estas cuestiones en los discursos de clausura de la manifestación del Primero de Mayo en Madrid, donde el máximo responsable de UGT se refirió al debate público suscitado por la reflexión durante cinco días de Pedro Sánchez y su decisión de mantenerse al frente del Gobierno pese a los “ataques” que denuncia que reciben él y su familia.
“Merece la pena. Claro que merece la pena hace muchos años”, arrancó Álvarez, quien denunció que la llamada “policía patriótica” es en realidad “fascista”, con la que se ejerce una persecución desde los poderes públicos. Por este motivo, agradeció el “gesto” de parar de Sánchez y deseó que lo haga todo el país para “exigir cambios en profundidad”.
“Exigimos una democracia decente que nos proteja a todos y todas. Por eso se han llenado las calles de toda España en estas manifestaciones”, razonó Álvarez, quien sostuvo “alto y claro” que los jueces no son los que deben elegir a su órgano de gobierno, pues la judicatura no es una profesión cualquiera, sino uno de los tres poderes de Estado y, en consecuencia, ha de estar sometida a la soberanía popular.
En este sentido, Unai Sordo reivindicó “una agenda social que es perfectamente compatible con una agenda” de mejora de la democracia en España. Señaló que estos “ataques” comenzaron con los sindicatos hace más de una década y afirmó que el “acoso” no ha empezado con Sánchez, sino con otras fuerzas políticas como Podemos.
Además, insistió en la tesis de que es “un escándalo” que el CGPJ haya “cerrado” con “llaves por dentro” y tildó de “bobada” que los jueces tengan que elegir a los jueces. Así, instó al Gobierno a “que tire para adelante” con la renovación del órgano de gobierno de los jueces.
Defendió la “libertad de prensa” pero aclaró que “otra cosa es contemporizar con máquinas de intoxicación, el bulo, la insidia y la mentira todos los días”.
Así, Sordo proclamó que “nos querían tristes, solas y derrotadas” pero “aquí estamos, a la ofensiva” porque “aquí no se rinde ni se va nadie”, pues los sindicatos “tenemos más fuerza” para seguir mejorando la calidad de vida de la clase trabajadora.
En su alocución, defendió que ”es posible” lograr el pleno empleo: “No nos vamos a resignar a una tasa de paro del 12%”. Asimismo, sostuvo que “hay dinero para impulsar la inversión”, poniendo de relieve que las empresas están alcanzando “beneficios récord”.
“Hay que movilizar dinero público pero para exigir a las empresas privadas inversión a largo plazo. A ese sector financiero que hemos rescatado con 60.000 millones de euros de recursos públicos”, prosiguió Sordo, quien remarcó que “no basta con cualquier empleo”, sino que este debe ser de calidad y “con dignidad”.
En este punto, afirmó que parte de los “ataques” que se producen es porque se adoptan medidas que no gustan a los poderosos y se preguntó por “dónde está la hecatombe” que pronosticaban algunos economistas. “Teníamos razón. Queremos que la gente trabaje menos para vivir mejor y disputar el incremento de la productividad a las empresas”, aseveró.
Igualmente, previno de “la trampa del neoliberalismo” que promueve bajadas de impuestos que benefician a las personas con más recursos mientras se produce el “robo” de la calidad de los servicios públicos de quienes más lo necesitan.
De su lado, Álvarez repasó las mejoras producidas en el mercado laboral en los últimos años, especialmente con la reforma laboral, aunque avisó: “Queremos más, claro que queremos más”.
Al respecto, citó la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas que negocia en la actualidad el Ministerio de Trabajo y reclamó que el Gobierno perciba “el calor de la gente” en la calle para lograr este tipo de objetivos.
En clave internacional, Álvarez mostró su solidaridad con los sindicatos de los países donde no hay libertad para manifestarse y apuntó que "Palestina tiene derecho a tener su propio Estado". También exigió el final de la guerra que sufre Ucrania y lamentó que "las guerras, a quienes matan, es a los de siempre, que es a los trabajadores y trabajadoras”
Unai Sordo inició su intervención también con esta idea y recordó a quienes todavía son asesinados por manifestarse, al tiempo que urgió a “parar ya el genocidio en Palestina”.
Por su parte, la secretaria general de UGT Madrid, Marina Prieto, advirtió de que la manifestación se celebra pese a las barreras que ha puesto el Ayuntamiento de Madrid. “Lo que les jode es que tengamos un presidente que resiste”, lanzó Prieto en referencia a la decisión de Sánchez de mantenerse al frente del Ejecutivo central.
También expresó que quienes han salido a la calle lo han hecho porque han “decidido” no ser “equidistantes” ante “los bulos” que ponen en riesgo la democracia. También mostró su apoyo a los vecinos de San Fernando de Henares cuyas viviendas están dañadas por las obras de la línea siete del metro.
Esta misma idea fue planteada también por la líder de CCOO Madrid, Paloma López, quien denunció la situación de la sanidad pública, las listas de espera y la “persecución” que en su opinión realiza el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso a los profesionales de la información.
“La manifestación de hoy es para darnos ánimos y seguir avanzando”, arengó López a los asistentes, quien calificó la marcha de “un río” de personas contra el “laboratorio” de las “políticas neoliberales” que es la Comunidad de Madrid.Sacó también a colación los más de 7.000 fallecidos en las residencias de mayores durante la pandemia y sentenció: “La libertad es justicia social”.