Fuentes de la OTAN han confirmado que el pasado viernes cazas españoles destinados en Rumanía fueron puestos en alerta tras el incidente protagonizado por un cazabombardero ruso Su-35 y un avión de la agencia de la UE de control de fronteras, Frontex, que perdió brevemente el control tras una maniobra peligrosa del aparato ruso.
"Las unidades puestas en alerta eran aparatos españoles asignados a nuestra misión mejorada de vigilancia aérea destinada a Rumanía", ha explicado un portavoz de la OTAN. La fuente ha recordado que la OTAN ha destinado recursos adicionales para la vigilancia de las fronteras orientales como consecuencia de la anexión rusa de Crimea en 2014.
En particular se han reforzado los efectivos de vigilancia aérea de la OTAN en los países bálticos, ha enviado aparatos a Polonia y ha aumentado la capacidad de vigilancia de las fuerzas aéreas de Bulgaria y Rumanía.
El viernes un avión de combate ruso Sujoi Su-35 se acercó peligrosamente a un avión polaco Turbolet L-410 que realizaba una patrulla para Frontex en espacio aéreo internacional en la región de despliegue rumana, según ha denunciado la agencia de protección fronteriza polaca.
La agencia acusó al avión de combate ruso de realizar "maniobras agresivas y peligrosas", acercándose al L-410 en tres ocasiones a una distancia de solo cinco metros. Como resultado, la tripulación perdió temporalmente el control del turbohélice.
El Let, con dos pilotos y tres oficiales de protección fronteriza a bordo, acabó perdiendo altura pero pudo aterrizar con seguridad gracias a la habilidad y la "gran compostura" de los pilotos.
Aviones rusos se han acercado repetidamente a aviones de la UE y la OTAN sobre el mar Negro desde la invasión rusa de Ucrania, lo que en ocasiones ha dado lugar a situaciones peligrosas.