Bajo el lema "Volvemos a las calles. Independencia", miles de personas participan en las manifestaciones impulsadas por la ANC y otras entidades en cinco ciudades catalanas, para exigir unidad a los partidos independentistas sin renunciar a los objetivos originales del 'procés'.
La Diada del Once de Septiembre de este año examina a un movimiento independentista en sus horas más bajas, en plena división entre partidos, con una ERC en crisis, un Govern presidido por el socialista Salvador Illa y, por primera vez desde la recuperación de la democracia, sin ningún conseller soberanista en la Generalitat y sin mayoría independentista o nacionalista en el Parlament.
Para intentar contrarrestar esta situación, la ANC ha buscado la complicidad de Òmnium Cultural y otras entidades soberanistas (Associació de Municipis per la Independència , Consell de la República, Intersindical, Ciemen y CDR), con las que ha pactado el manifiesto de la Diada, después de años de división también entre las organizaciones civiles independentistas.
El formato de la manifestación de la Diada convocada por la ANC ha contado con el consenso de las entidades, que han avalado un modelo de movilización descentralizada, con cinco focos: Barcelona, Girona, Tarragona, Lleida y Tortosa.
“AQUÍ NO SE RINDE NADIE”
En el texto del manifiesto, las entidades aseguran que "la pelea permanente y las disputas electoralistas" han provocado que el socialista Salvador Illa presida la Generalitat y han criticado que los partidos independentistas "han sido incapaces de ponerse de acuerdo y de trazar una estrategia compartida para hacer efectivo el derecho a la autodeterminación".
"Salimos a las calles porque ni estamos pacificados ni nos han pacificado" --momento en el que los asistentes han gritado 'Puta España'-- y han instado a los independentistas a dejar de lamerse las heridas y organizarse. "Demostremos que el independentismo es fuerte, transversal, inteligente, que aquí no se rinde nadie".