La Fiscalía pide 104 años de cárcel para cuatro hombres por el secuestro exprés de un director de una sucursal bancaria y su familia, al que obligaron a entregarles los 147.495 euros de la caja fuerte de la entidad, en Mollet del Valls (Barcelona).
Según el escrito fiscal, los cuatro asaltantes, el argentino Victor S.V., y los brasileños, Talles F.P., Sidney A.D.M. y Anderson G.P.M, prepararon el golpe siguiendo al empleado de banca y a su familia, robando un coche a punta de navaja y cambiando las matrículas.
Un mes y medio después de la vigilancia y el robo del coche, aparecieron en casa de la familia donde encontraron a la mujer del banquero en el garaje y la que encañonaron con las armas de fuego que llevaban, advirtiéndole de que si gritaba la matarían, la ataron a una silla y la amordazaron.
Accedieron a la casa y en la cocina encontraron al padre del financiero, al que golpearon y maniataron, y a la madre que iba en silla de ruedas.
Maniatados los tres, fueron conducidos a una habitación y restaron a la espera de la llegada de los hijos, y cuando llego el primero le asaltaron a la entrada le golpearon, lo ataron y lo llevaron con sus familiares.
Cuando llegó el cabeza de familia sobre las 21.00 horas, también fue asaltado y conducido a la habitación y, en este caso, no fue maniatado porque solicitó que le permitieran explicarle a su otro hijo cuando llegara lo que estaba sucediendo, sin utilizar la violencia.
A las 22.00 horas llegó el segundo hijo del matrimonio y su padre le pidió que no se asustara, que les estaban atracado; cuando fue abordado por la espalda y amordazado como el resto.
Pasada la noche, dos de los secuestradores llevaron al director de la sucursal a su trabajo para que les diera el dinero de la caja y del cajero automático, mientras los otros dos custodiaban a la familia.
Una vez hubo cumplido sus indicaciones, los captores llamaron a sus compañeros para informarles de que tenían el dinero y huyeron de la casa llevándose aparatos electrónicos y joyas por valor de 5.008 euros.
Según especifica el escrito fiscal, días después volvieron a reunirse para vigilar a una nueva víctima, otro director de banco, pero tuvieron que suspender el secuestro porque mientras estudiaban los movimientos de la víctima fueron identificados por una dotación de los Mossos, que salvaron gracias a que todos llevaban documentación falsa.
Tras abortar la operación, decidieron perpetrar un robo a mano armada asaltando una sucursal en Sabadell, encañonando a los trabajadores y pidiendo que les entregaran el dinero que tenían, que no pudieron conseguir al verse sorprendidos por agentes de los Mossos que los detuvieron.
Los cuatro acusados, que serán juzgados en la Audiencia de Barcelona a partir de este lunes, se enfrentan a 104 años de cárcel por seis delitos de secuestro, delito de falsedad documental, tenencia ilícita de armas, varios de robo con intimidación y otro de conspiración.