La Dirección General de la Policía Nacional ha dado la orden interna para iniciar la distribución de los primeros 150 dispositivos electrónicos tipo Taser para uso restringido exclusivamente entre los agentes que hayan superado la formación teórico-práctica necesaria para su tenencia, uso y manejo.
Además, siempre que se utilicen estos dispositivos electrónicos se activará una cámara personal asociada a los mismos, algo que, según fuentes policiales, proporcionará seguridad jurídica a la actuación policial.
La utilización de estas pistolas "queda supeditado a la concurrencia de un evento o peligro concreto, en casos de urgencia o necesidad inaplazable", según consta en el oficio de 25 de enero, consultado por Europa Press, remitido desde la Dirección Adjunta Operativa (DAO) a los servicios centrales y jefaturas superiores.
En los requisitos de uso del dispositivo eléctrico figura que la actuación por parte del policía debe comunicarse "con la mayor brevedad posible y siempre en el plazo de 24 horas" al delegado o subdelegado del Gobierno o a la autoridad competente de las comunidades autónomas.
Activación de cámara personal
La División Económica y Técnica de la Dirección General puso en marcha un plan de formación dirigido a sus especialistas de armamento y tiro con el objetivo de capacitarlos como instructores y gestores del inmovilizador eléctrico. El curso ya se ha llevado a cabo han obtenido la habilitación correspondiente para su uso. El uso de la cámara estará en consonancia a lo establecido en la Ley Orgánica 7/2021, de 26 de mayo, de protección de datos personales tratados para fines de prevención, detección, investigación y enjuiciamiento de infracciones penales y de ejecución de sanciones penales.
En una resolución de 21 de diciembre de 2020, la Policía fijó los requisitos para el reparto principalmente entre uniformados. La Policía ahora subraya que está "terminantemente prohibido accionar la cámara si no es con el uso exclusivo del inmovilizador eléctrico".