Con el 'no' del PSOE a apoyar, por activa o por pasiva una futura investidura de Rajoy, todavís resonando, hoy los populares han celebrado la reunión de su comité de dirección.
En la cartilla de baile la fecha para la reunión Sánchez-Rajoy. Será el próximo miércoles por la mañana en el Congreso para hablar de su investidura y de su objetivo de poner en marcha un gobierno estable que acometa las reformas que necesita España.
La cita será después de los encuentros previos que mantendrá Rajoy mañana martes con los líderes de Ciudadanos, Albert Rivera, y Podemos, Pablo Iglesias. La reunión entre Rajoy y Sánchez se ha cerrado este lunes por los gabinetes de ambos.
Pese a que desde un primer momento el PP puso su foco en el PSOE, situándolo como el socio que tiene la llave para desbloquear la situación, la llamada entre los líderes no se ha producido hasta quince días después de las elecciones del 26 de junio.
El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, ha advertido este lunes al PSOE de que "en política no se debe decir nunca jamás" y ha añadido que "ayudar a gobernar siempre tiene premio", mientras que "poner palos en las ruedas siempre tiene castigo, como se ha visto".
Como ejemplo de ese "premio", ha mencionado los 202 escaños que obtuvo el socialista Felipe González en 1982, después de "ayudar a la gobernabilidad en la época de Calvo Sotelo, prestando apoyo en una situación difícil".
Por su parte, el vicesecretario de Organización y Electoral del PP, Fernando Martínez-Maillo, ha advertido este lunes al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de que tendrá que "rectificar" o "desdecirse" de uno de los dos 'noes' que aprobó el Comité Federal del Partido Socialista porque, según ha explicado, si "obstaculiza" la formación de gobierno habrá unas terceras elecciones. En cualquier caso, ha dicho que insistirán con los socialistas "las veces que haga falta" y no se van a "rendir".
Pero los socialistas, se reafirman en que la canción de los populares no les convencería ni aunque cambiasen parte de la letra.
En el cónclave que tuvo lugar el pasado sábado y confirmó el 'no' a Rajoy que ya venían anunciando los socialistas. El secretario general salió de su silencio de las últimas dos semanas para defender esta posición, pedir a Rajoy que se pusiera a trabajar con sus afines ideológicos y explicar que el PSOE está y estará en la oposición.
Hoy el PSOE, por su parte, insiste en que la pelota está en el tejado de Rajoy, que es quien tiene que buscar aliados entre los partidos del centro-derecha, y defiende mantenerse en el no para "no perder credibilidad", en palabras de su portavoz en el Congreso, Antonio Hernando.
Quienes más claro lo han dicho han sido los presidentes de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quienes han apuntado que si el PP llega al Congreso con un acuerdo que sume al menos 170 diputados, los socialistas podrían replantearse su posición.
Hoy el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, señaló que el PP ha intentado ir "por la vía rápida" para buscar el apoyo del PSOE sin plantear antes un acuerdo "estable" de legislatura y pidió a Mariano Rajoy que antes de reclamar apoyos a los socialistas acepte "el mandato del Rey", se presente a una sesión de investidura y "ponga en marcha la legislatura".
El dirigente territorial sostuvo que "no va a haber terceras elecciones", porque cree que el presidente en funciones planteará un "escenario de consenso" con los que consideró sus "próximos ideológicos", como Ciudadanos y el PNV.
"El sistema parece que por uno, dos o tres diputados te puede dejar en un punto ciego, nadie quiere ver ese punto ciego. Si es así y hay que tomar una decisión de última hora, aunque sea en el último momento, pero coherente con nuestros postulados, confiamos en la posición del secretario general (Pedro Sánchez), que tiene margen de maniobra para dialogar con el señor Rajoy", defendió.