El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha censurado a Esquerra Republicana (ERC) que hable de jueces "comprados" para criticar el acuerdo del PSOE y PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) al mismo tiempo que pide al Ejecutivo que intervenga en la Justicia para retirar las acusaciones que pesan sobre los presos independentistas.
De esta forma ha respondido Sánchez durante el Pleno del Congreso al portavoz parlamentario de ERC, Joan Tardà, que ha dedicado una retahíla de adjetivos contra el sistema judicial español, singularmente por la "causa abierta" contra el independentismo, y quien, además, ha cuestionado el "reparto de poder" de 'populares' y socialistas con los jueces.
En concreto, Tardà ha denunciado que el Poder Judicial español es "endogámico, clasista, machista y con reminiscencias fascistas". "Sólo hace falta ver el comportamiento de la Fiscalía, equiparable a la antigua Brigada Político Social o incluso la Audiencia Nacional, un verdadero tribunal excepcional heredero del Tribunal de Orden Público franquista", ha señalado.
Además, ha proseguido, España cuenta con una justicia "lenta y centralista", con "aversión" a las lenguas cooficiales distintas del castellano y que tiene en su haber "múltiples" sentencias condenatorias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, entre los que ha citado el 'caso Otegi'.
La respuesta de Pedro Sánchez ha sido contundente. "Usted critica la judicialización de la política pero lo que nos pide a la hora de reclamar una intervención del Gobierno en la Fiscalía, es que politicemos la Justicia -ha manifestado-. Pues no. Esto es un Estado democrático, social y de Derecho en el que el Poder Ejecutivo va por un lado, el Legislativo, por otro lado, y el Poder Judicial, por otro", ha remachado.