El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, advirtió este miércoles al líder del Partido Popular, Pablo Casado, de que "pagará en las urnas" su política de "gesticulación", al tiempo que defendió que tiene por delante cuatro meses, "según el termómetro del PP", para poder presentar los Presupuestos Generales del Estado de 2019.
Sánchez se pronunció en estos términos en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados cuando el líder del PP le preguntó "si está de acuerdo el presidente del Gobierno con la opinión de Pedro Sánchez afirmando que si no se aprueban los Presupuestos, o se anticipan elecciones o hay que someterse a una cuestión de confianza".
Con esta pregunta, el presidente del PP se refirió a la diferenciación que hizo la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, entre declaraciones de Sánchez antes de dirigir el país y las que hace ahora que ostenta la presidencia.
Sánchez recordó a Casado que el anterior Gobierno presentó su propuesta de PGE el pasado 3 de abril, por lo que en base al "cronómetro del PP" tiene todavía cuatro meses para poder presentar las cuentas públicas. "No se preocupe, que antes de final de año este Gobierno cumplirá", sostuvo.
Diferentes personas
Ante esta respuesta, Casado insistió en que nos hemos enterado por la vicepresidenta del Gobierno que "Pedro no es la misma persona que está en La Moncloa". "Por eso antes decía que Quim Torra era un racista supremacista y ahora intenta acordar con él la reforma del Estatut con referéndum incluido", valoró.
También le acusó de intentar "engañar" a Bruselas con los PGE y pidió directamente al jefe del Ejecutivo y le pidió que "haga caso al otro señor Sánchez" para "ponerse de acuerdo con él" y convocar elecciones generales de manera anticipada en España.
Prisas por elecciones
Así, Sánchez se preguntó "qué prisa" tiene el PP con los comicios y recomendó a Casado no preocuparse por este extremo porque "habrá elecciones" y entonces podrán debatir. "En política, como en la vida, no se puede sorber y soplar al mismo tiempo", avisó.
Finalmente, defendió su proyecto presupuestario, que es "de puro sentido común" y "bueno" para el país. "Si está dispuesto a sentarse con el Gobierno para mejorar esta propuesta de PGE, nosotros desde luego le tendemos la mano. Si continúa con la oposición de gesticulación y no hace oposición útil y con sentido de Estado, lo pagará en las urnas", remató.