El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, mantienen este jueves una reunión en el Palacio de la Moncloa donde ambos buscarán entendimiento y alcanzar acuerdos, a pesar de que la desconfianza es mutua y que mantienen recetas diferentes para impulsar la economía.
Sánchez invitó a Feijóo a Moncloa tras su elección el pasado sábado como líder del PP en sustitución de Pablo Casado, en un encuentro del que los populares destacan que no tiene orden del día y en el que el todavía presidente de la Xunta pedirá rebajar el IRPF como vía para compensar el impacto de la inflación en las economías familiares.
Sin embargo, los posturas del Gobierno y el PP sobre la respuesta ante la inflación disparada y la crisis están alejadas y Sánchez no apoya la rebaja generalizada de impuestos que el PP llevará al encuentro, dodne también se prevé que debatan el giro en la postura de España respecto al Sahara Occidental y la renovación del Consejo General del Poder Judicial, pendiente desde hace más de tres años.
Feijóo se ha comprometido a liderar desde el PP una oposición propositiva y abierta a pactos y el Gobierno le ha pedido hechos porque "la oposición de Estado no se predica, se practica", en palabras de la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez. Sin embargo, ninguna de las partes es optimista con esta nueva etapa.
Como antesala al encuentro, Gobierno y PP han cruzado este miércoles reproches mutuos en el Congreso, donde Sánchez ha preguntado al PP si apoyará al Ejecutivo o van a "continuar estorbando con la ultraderecha" y el PP ha acusado al socialismo de revivir fantasmas de "finales de los años 80", "escasez, déficit e inflación".
Los socialistas acusan a Feijóo de seguir "ya abiertamente la agenda política que le dicta Vox" y en el PP hay voces que ponen en duda un cambio de actitud de Sánchez, al que considerar el peor presidente de la democracia. El partido ya avisó de que "no hay que confundir moderación con sumisión, ni vocación de entendimiento con entreguismo al Gobierno".
Feijóo ha anunciado que no puede apoyar el real decreto de medidas económicas ante la guerra si no se rebaja el IRPF y considera el plan un parche con un título "falaz" porque la inflación no es fruto únicamente de la invasión rusa.
Y aunque no da a la renovación del CGPJ la misma prioridad que a los problemas económicos, está dispuesto a hablar y ha defendido como "aceptado comunmente" y con "cierta validación de la UE" las condiciones que hereda de Pablo Casado para pactar: una reforma del poder judicial que imponga la elección directa de la mayoría de vocales por parte de los propios jueces.
Con estas posturas alejadas, Sánchez y Feijóo protagonizan su primer encuentro como presidente del Gobierno y líder de la oposición.