El candidato de Vox a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo Fring, ha insistido este lunes en la intención del partido al que representa de formar parte del Gobierno de la Junta de Castilla y León que surja tras las elecciones de este domingo y ha garantizado que no facilitará un gobierno en solitario del PP ni se prestará a ser "muleta de nadie".
Pese a que no ha querido detallar qué consejerías le gustaría gestionar sí ha señalado que VOX tendría que contar con al menos la misma representación que tuvo Ciudadanos en las pasadas elecciones con resultados similares a los de la formación a la que representa que ha logrado 13 escaños en este adelanto electoral.
Su exigencia: derogar dos leyes de "políticas de izquierda"
No obstante, ha insistido en que antes de hablar de sillones es necesario hablar de políticas y ha defendido la necesidad de derogar "políticas de izquierdas" como, a su juicio, son la Ley de Violencia de Género o el Decreto de Memoria Histórica.
"Tengo que decir de manera rotunda que el resultado de las elecciones nos da el derecho y el deber de integrar el próximo Gobierno de Castilla y León, no es una sorpresa, hemos venido a dar cambio de rumbo, esto es un punto de inflexión", ha insistido García-Gallardo.
De este modo, ha reiterado que es necesario hablar en clave de Castilla y León ante un PP que "puede estar atado de pies y manos" por los 'populares' nacionales y europeos. "Espero que en Castilla y León nos entendamos, voy a dirigir las negociaciones con Fernández Mañueco yo personalmente, creo que es lo razonable", ha zanjado.
García-Gallardo ha manifestado que su objetivo es cambiar el rumbo de la política de Castilla y León. "Lo dijimos claro, si alguien quería que PP gobernara en solitario que hubieran votado al PP no voy a regalar los votos a nadie", ha reseñado.