Una operación policial conjunta hispano-marroquí, que aún continúa abierta, ha permitido desmantelar hoy una célula terrorista de siete miembros activa en ambos países y dirigida por un español desde la ciudad de Melilla, que organizaba el envío de voluntarios a la yihad o "guerra santa". Según fuentes cercanas al operativo, el envío de yihadistas "ha continuado prácticamente hasta ayer", y han sido "muchos" los que han partido a combatir desde España y Marruecos, primero a Mali y a Libia, y últimamente a Siria.
Hasta ahora se había detectado un activo foco hispano-marroquí de reclutamiento de yihadistas en la región entre la ciudad española de Ceuta, y las marroquíes de Castillejos (Fnideq en árabe) y Tetuán, y este parece ser un segundo foco situado más al este y con epicentro en la ciudad de Melilla.
De hecho, los detenidos lo han sido en las ciudades de Melilla, Larui (una población marroquí a unos 30 kilómetros al sur) y Málaga, en el sur de España.
Según la versión ofrecida por el ministerio del Interior español, en la operación fue detenido el "principal dinamizador" de la red, a quien identificaron como Mustafá Maya Amaya.
Así, el melillense Maya Amaya, con posible origen familiar marroquí, se encargaba en los últimos tiempos de "organizar y coordinar" el envío de yihadistas a Siria y asegurarles vuelos, alojamientos, contactos en la zona y envío de fondos una vez llegados a destino, agregan fuentes marroquíes.
Algunos de los enviados han hecho "viaje de ida y vuelta" y han sido detenidos en unos casos, pero en otros están desaparecidos y activamente buscados por las policías de ambos países, precisaron las fuentes, ante la posibilidad de que intenten atentar en Marruecos o España.
El ministerio marroquí del Interior emitió un comunicado en el que relata que el melillense "había acumulado amplias relaciones con extremistas marroquíes y extranjeros", y que residió durante un tiempo en Larui, donde entró en contacto con una célula que fue desmantelada en noviembre de 2012, especializada en el envío de combatientes a Mali.
Aquella célula de ocho miembros se hacía llamar "Ansar al Charia fil Magreb islami" (partidarios de la Charia en el Magreb islámico), y al detenerlos se puso de relieve que, además del envío de combatientes a Mali, planeaban atentados contra sitios estratégicos, sedes de los servicios de seguridad y destinos turísticos en varias ciudades de Marruecos.
En esta lógica, el ministerio marroquí del Interior aseguró hoy que el sucesivo desmantelamiento de comandos terroristas confirman "la insistencia de Al Qaeda y sus grupos afiliados en poner como objetivo la estabilidad de Marruecos y sus aliados".
Para Marruecos, hay un "objetivo no declarado" de Al Qaeda, que es "movilizar a combatientes que vuelvan al territorio nacional a perpetrar atentados terroristas".
A finales de enero, otra célula yihadista fue desmantelada en seis ciudades de Marruecos, y también en aquel caso estaba dirigida por un español (en este caso de origen cristiano y convertido al islam) con una larga experiencia en el ejército, donde había servido durante varios años y había participado en la misión española en Irak.
La pasada semana, el Director General de la Policía española, Ignacio Cosidó, participó en Marruecos en un seminario bilateral sobre el combate al radicalismo islamista, que definió como "un peligro para nuestras sociedades".
Cosidó agradeció entonces a Marruecos la colaboración mostrada para combatir al terrorismo y al crimen organizado, aunque la colaboración nunca se había manifestado de forma tan estrecha como la que hoy se conoció.