El Congreso de los Diputados pondrá fin el jueves a un siglo de reclamaciones históricas cuando previsiblemente apruebe la ley que convierte a la sierra de Guadarrama en Parque Nacional.
Será el decimoquinto Parque Nacional de la red de espacios con la máxima protección medioambiental que existe en el país y el quinto en extensión.
El Grupo Popular defiende ampliar en 296 hectáreas más el área a proteger, con lo que la superficie definitiva del futuro parque sería de 33.960 hectáreas pertenecientes a las Comunidades Autónomas de Madrid (21.714 hectáreas) y de Castilla y León (12.246).
El grupo socialista quiere que se incluyan las estaciones de esquí de Navacerrada y Valdesquí, así como el complejo de antenas de la Bola del Mundo, en este futuro parque que cuenta con el 40 por ciento de las especies de anfibios y reptiles de España, el 39 por ciento de las aves y casi el 50 por ciento de los mamíferos.
Destaca la presencia de especies emblemáticas y en peligro de extinción, como la cigüeña negra, el buitre negro, el águila imperial ibérica, así como una amplia gama de rapaces, nutrias, corzos, cabras montesas y anfibios como el tritón jaspeado y el sapo partero.
Especial mención merecen los humedales, láminas de agua y cursos acuáticos, así como el patrimonio cultural y social que componen este entorno natural.
El texto se debatirá y aprobara en el seno de la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, con competencia legislativa plena.