Todos hemos sufrido alguna vez un dolor más o menos intenso e incluso prolongado. Y a menudo hemos preferido aguantar sin poner remedio, lo que, dicen los profesionales, es un error. En la unidad del dolor del hospital La Paz nos han contado que hay que tratarlo siempre. De lo contrario las consecuencias pueden ser nefastas. El dolor no solo repercute en al calidad de vida y las relaciones personales de quienes lo padecen, sino que a menudo dificulta las curaciones de enfermedades o alarga las recuperaciones en las operaciones quirúrgicas.