El año pasado se registraron 98.316 interrupciones voluntarias del embarazo en España, lo que supone un aumento del 9%, es decir que 8.127 mujeres más abortarón con respecto a 2021, según se desprende del Registro Estatal de Interrupciones Voluntarias del Embarazo publicado este jueves por el Ministerio de Sanidad, en el que se observa que, una vez terminada la pandemia, este dato se ajusta a los parámetros de la última década.
Los datos, que se han hecho públicos coincidiendo con el Día Mundial del Aborto Seguro, muestra que la tasa de interrupciones voluntarias del embarazo en 2022 fue de 11,68% por cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 años, frente a los frente a los 10,70 de 2021.
Además, se observa que el 73,04% se registró antes de la octava semana de gestación; mientras que otro 21,9% se produjo entre las ocho y las 14 semanas. En suma, el 94,94% de las interrupciones voluntarias del embarazo tuvieron lugar sin tener que ser informadas por ningún facultativo, con la única decisión de la mujer.
En cuanto a la edad de las mujeres, las menores de 20 años representan el 10,61% del total. Además, el 41,28% de ellas declararon no usar ningún método anticonceptivo.
Por otra parte, las 98.316 interrupciones incluidas en el Registro Estatal fueron realizadas en un total de 222 centros autorizados en todo el territorio nacional, el 82,70% de ellos centros derivados (concertados o no) y el 17,02% centros públicos.
Cuatro comunidades -Cantabria, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia- no practicaron ninguna en centros públicos.
Respecto a los motivos, en el 91,2% de los casos fue a petición propia (89.697), en el 5,66% por grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada (5.565) y en el 2,79 % (2.748) por el de graves anomalías en el feto.El 66,52 % (65.402) de las mujeres que decidieron poner fin a su embarazo en 2022 no había abortado anteriormente, el 22,24 % (21.871) ya lo había hecho una vez y el 7,02 %, en dos ocasiones (6.972).
Del total, la mitad no tenía ningún hijo y el 23,5 % tenía ya uno; casi un tercio (el 32%, es decir, 31,432 mujeres) convivía con su pareja y, atendiendo al nivel de estudios, el 19% tenía título universitario y el 35% el de bachillerato o FP y el 31,41%, el de la ESO.
Más de la mitad de las mujeres (el 57,32%) eran trabajadoras por cuenta ajena, un 17,8% no tenían empleo y el 12,67% estaba estudiando.