Apenas 10 minutos para demostrar lo que cada uno sabe. Este martes lo han comprobado en Pozuelo de Alarcón, y algunos de los madrileños que se han acercado hasta allí han tenido suerte.
Un caso. El de Marisa. Tiene 10 minutos para demostrar que merece el puesto al que opta en un bufete de abogados. Para Loreto, su entrevistadora, 10 minutos no dan para valorar un candidato como ella.
Esta práctica que recibe el nombre de ‘elevator pitch”, ponencia ascensor, es una forma de selección de personal que pone a prueba las habilidades de ambos, el candidato y el entrevistador.
Una decena de empresas están seleccionando personal en estos encuentros. Hay perfiles de todas las edades. Algunos buscan su primer empleo.
De estas entrevistas van a salir un community manager, vendedores, abogados o técnicos informáticos, y todo tras un encuentro de 10 minutos.