Fabricantes de automóviles y conductores se pronuncian en contra de la prohibición de venta de coches de gasolina y diésel a partir de 2035 aunque podrán circular hasta el año 2050.
La decisión aprobada ayer en el Parlamento Europeo deja como única opción la venta de vehículos eléctricos a partir de esa fecha. Un mercado que se enfrenta a muchas limitaciones, la principal de ellas la escasez de puntos de recarga.
Los fabricantes piden ayudas directas como en Alemania o reducir el IVA como en Noruega. En Alemania dan 9.000 euros por vehículo. En España hay excesiva burocracia y el conductor adelanta el dinero.