El juzgado número 2 de El Escorial (Madrid) ha comenzado el juicio el juicio a tres guardias civiles acusados de amenazas y lesiones al activista antitaurino Óscar del Castillo el pasado 2 de febrero en la localidad de Valdemorillo.
Este jueves se inicia la vista oral del proceso en el cual el activista acusa a los agentes de propinarle fuertes golpes en la cara y cuerpo durante varios minutos. También les acusa de amenazas con frases como "te voy a reventar la cabeza hijo de puta" llegando incluso a llamar "puta" a su hija de 10 años. El querellante sostiene que otros siete agentes estaban en ese momento y no hicieron nada.
Los agentes, en una primera declaración, negaron los hechos y Del Castillo aportó un parte de lesiones y una grabación realizada con cámara oculta que, tras ser analizada por la Policía, ha sido admitida como prueba junto al parte médico. "Previsiblemente, los agentes tendrán que dar explicaciones por falso testimonio ante un tribunal", explica el activista. Del Castillo asegura que este tipo de comportamiento "desmerece al resto de fuerzas de seguridad que siempre actúan conforme a la ley".
"Esperamos una condena ejemplar para que así se haga justicia no solo por mí, sino por todas las personas que han pasado por lo mismo que yo y por todos los agentes del orden que hacen bien su trabajo. Este hombre, no olvidemos que porta un arma y no está en condiciones de velar por la seguridad de nadie, sino más bien todo lo contrario", reflexiona.
El pasado 7 de febrero la Dirección General de la Guardia Civil abrió una investigación interna a un agente por presuntamente pegar, insultar y amenazar a este activista.
Varios efectivos de la Guardia Civil, tal y como se puede ver en dicha grabación, desalojaron al activista de la plaza y le condujeron a una zona apartada, donde su cámara sigue recogiendo la conversación con uno de los agentes.