Especialistas del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston han conseguido quitar los últimos dos tornillos que impedían acceder a las muestras del asteroide Bennu recogidas por la soda Osiris-REx.
Tras un viaje de 7 años la cápsula regresó a la Tierra con su valioso contenido. Para sorpresa de los técnicos lo más complicado de la misión no ha estado en llegar al asteroide y volver con los fragmentos del cuerpo celeste.
Los tornillos del recipiente especial han sido un dolor de cabeza para ingenieros y científicos. Eran 35 los que mantenían unido el cabezal denominado TASGAM. Este jueves han podido quitar los dos últimos y acceder al resto de la carga, ya que una parte si había podido ser retirada y procesada.
Bennu orbita alrededor del Sol a una distancia, en el momento de mayor cercanía de unos 134 millones de kilómetros y tiene un diámetro de algo menos de 500 metros.
La sonda Osiris-REx fue lanzada en 2016, alcanzó el asteroide en 2018 y tomó muestras de su superficie en 2020. El regreso a la Tierra se produjo el 23 de septiembre de 2023.