La agencia aeroespacial japonesa (JAXA) confirmó que su módulo espacial SLIM ha aterrizado en la superficie lunar, pero añadió que el aparato está teniendo problemas con sus células solares, que no están generando electricidad.
"El SLIM ha estado comunicándose correctamente y está respondiendo con normalidad. Sin embargo, parece que sus células solares no están generando electricidad", dijo el director general de JAXA, Hitoshi Kuninaka, en rueda de prensa unas dos horas después del alunizaje.
En su estado actual, la batería del aparato durará varias horas, añadió Kuninaka, que comentó que es posible que si los paneles logran absorber energía solar nuevamente podrían recargarse, por lo que siguen pendientes de la información que está transmitiendo SLIM.
El SLIM (siglas en inglés de Smart Lander for Investigating Moon, o módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna) tocó la superficie lunar a las 00:20 hora local japonesa del sábado 20 de enero (15:20 GMT del viernes 19) tras un descenso de 20 minutos.
Kuninaka detalló que los vehículos LEV-1 y LEV-2 adheridos al módulo se separaron adecuadamente de la matriz durante el descenso, y las imágenes que capturaron de la superficie lunar están siendo transmitidas, lo que, junto al éxito en sí del alunizaje de SLIM pese a los problemas de energía, consideró un "mínimo éxito".
LUNIZAJE DE PRECISIÓN
"Japón ha establecido un importante hito, así que creo que esto ha sido un gran paso hacia delante", añadió.Kuninaka declaró que JAXA tiene previsto dar una rueda de prensa la próxima semana para hablar sobre los análisis de estos datos.
El principal objetivo de SLIM era poner a prueba la realización de un aterrizaje "pinpoint", o de precisión/localizado, en un radio de 100 metros alrededor del cráter Shioli, próximo al ecuador lunar, una precisión sin precedentes hasta ahora.
La agencia aeroespacial japonesa estima que tardará un mes en confirmar si este objetivo se ha cumplido."Seguiremos enviando más naves espaciales", añadió Kuninaka.
El resultado de la misión tiene un sabor agridulce para Japón, que ya había realizado varios intentos de alunizaje fallidos antes del de hoy, y busca ampliar su presencia y competitividad en el panorama aeroespacial global.