Los incendios forestales dejan una nueva jornada complicada en Galicia, con 1.210 hectáreas calcinadas, los más graves, los registrados en Verín (Ourense) y Arbo, en Pontevedra, los cuales han obligado a realizar desalojos y cortar carreteras por el riesgo para núcleos de población.
El incendio de Verín (Ourense), que comenzó a las cuatro de la tarde y que contabilizó cerca de diez focos, ha arrasado ya 470 hectáreas y sigue sin control. Este fuego obligó a cortar al tráfico la autovía de las Rías Baixas de la A-52 y la Nacional, aunque la circulación ya ha podido ser restablecida. La Consellería do Medio Rural decidió activar el nivel dos en todo el perímetro urbano ante la proximidad del fuego en diferentes zonas de Verín.
En la actualidad, el conselleiro de Medio Rural, José González, aseguró que la investigación está abierta a fin de dar con el autor o los autores de este incendio. De hecho, los investigadores están analizando si alguien pudo desplazarse en coche para prender estos focos, tras haberse detectado diez focos en poco tiempo y en diferentes puntos de la localidad.
Por otro lado, la Consellería ha informado de un nuevo incendio en el municipio próximo de A Mezquita, que afecta ya a 100 hectáreas, y que se suma a los otros dos que permanecen activos en la provincia de Ourense, en Verín y Maceda. El incendio de Maceda, que arrancó este martes en tres focos diferentes y simultáneos, afecta a 150 hectáreas.
El fuego de Maceda, que arrancó este martes en tres focos diferentes y simultáneos, afecta a 150 hectáreas. Las altas temperaturas, próximas a los 40 grados, sumadas al viento han dificultado las labores de extinción.
En lo que respecta a la provincia de Pontevedra, permanece activo un incendio en Arbo, en la parroquia da Barcela, que afecta a 70 hectáreas mientras que la Xunta ha dado por estabilizado otro fuego en esta misma zona, que quemó 400 hectáreas en Mourentán. Además, está controlado un incendio registrado en Ponteareas, que ha quemado veinte hectáreas.