Profesionales de la Psiquiatría acusaron este martes al Ministerio de Sanidad y a la Comisión Nacional de la especialidad de Psiquiatría de haber diseñado un examen de gran complejidad "para que no se incremente el número de psiquiatras infantiles que ya existen". Calculan que el 60% de los aspirantes han suspendido la prueba.
Así lo puso de manifiesto el movimiento Pupnya, que reúne a psiquiatras unidos por la psiquiatría del niño y del adolescente, y están ultimando los requerimientos legales para constituirse en asociación. Dicho examen se celebró el 29 de junio de 2023, y, según dicho colectivo, se estima que se han presentado más de 300 profesionales. El examen tuvo tres casos clínicos sobre los que se hicieron 45 preguntas tipo test y el pasado 5 de julio se hizo pública la plantilla de corrección.
"Numerosos profesionales que han realizado el examen se han agrupado en redes sociales, y calculan que más del 60% de los aspirantes suspenden, según los criterios establecidos. Estos colectivos acusan al Ministerio de Sanidad, y a la Comisión Nacional de la Especialidad, de haber diseñado un examen de gran complejidad "para que no se incremente el número de psiquiatras infantiles que ya existen", denunció el movimiento Pupnya.
No obstante, "muchos de estos psiquiatras que no han aprobado están atendiendo a población infanto-juvenil desde hace varios años, y si dejaran de hacerlo la situación asistencial se volvería muy complicada", lamentaron.
"El suspenso masivo del examen crea una situación paradójica: si el examen demuestra que muchos de los psiquiatras que están viendo niños no tienen las competencias adecuadas, ¿cómo pueden seguir trabajando con menores?".
Los expertos en Psiquiatría recordaron que cuando el Gobierno aprobó el Real Decreto que creó la especialidad de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia, comenzó un periodo de transición. “A aquellos profesionales que podían acreditar más de cuatro años de trabajo en la especialidad se les otorgaba el título". De esta manera se concedieron más de quinientos.
Añadieron que, "sin embargo, había cientos de profesionales que llevaban menos de cuatro años trabajando como psiquiatras infantiles. A éstos, según el Real Decreto, se les exigía que se presentaran a un examen para acreditar sus competencias. Muchos tuvieron que recurrir al Tribunal Supremo para que se les reconociera ese derecho”.
Por otro lado, está el escaso número de médicos residentes de Psiquiatría infantil, cuya primera promoción (2023) terminará su formación en mayo de 2028. Esto quiere decir que en los próximos cinco años "ningún nuevo psiquiatra infantil saldrá del programa MIR".
Por último, lamentaron que, el hecho de no poder acceder al título de psiquiatra infantil, "va a provocar que muchos de estos profesionales abandonen la asistencia a menores". Los expertos concluyeron que dichos profesionales "no van a poder acceder a plazas fijas, y se verán obligados a trabajar en los peores puestos, donde los psiquiatras infantiles con título no quieran trabajar".