Carlos González Pintado, ex jefe de operaciones de las estaciones de la NASA en Fresnedillas de la Oliva y Robledo de Chavela, memoria de la carrera espacial, de la llegada a la Luna y de las históricas misiones interplanetarias ha muerto.
Madrileño de nacimiento, vecino de Navalcarnero, fue una de las personas que tras vivir en primera línea el programa espacial de EEUU supo posteriormente dar a conocer cientos de detalles, de anécdotas, de datos cruciales de todas las misiones. Con precisión, con emoción.
Contratado inicialmente por la NASA como miembro del equipo de la estación de seguimiento de Fresnedillas de la Oliva, González legó a ser jefe de Operaciones y director adjunto del Complejo de Comunicaciones de Espacio Profundo de la NASA (MDSCC) en Robledo de Chavela.
Tras 43 años en la agencia estadounidense en los que vio nacer el programa espacial, sus éxitos y algunos de sus momentos más difíciles e incluso tristes, recibió en 2011 la Medalla al Servicio Público Excepcional que otorga la NASA.
Su vida y su labor en cuatro décadas de trabajo en la agencia espacial quedó plasmada en la obra de Jesús Sáez Carreras 'El gran salto al abismo', libro biográfico en el que participaron los astronautas Miguel López-Alegría y Charles M. Duke.