El Papa Francisco ha dirigido un mensaje de ánimo a jóvenes en la Misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) a los que ha asegurado que Dios les ama más de lo que ellos le aman. "Cree en nosotros más que nosotros mismos, está siempre de nuestra parte, como el más acérrimo de los hinchas", ha señalado.
A ellos, les ha instado a que, tras la "oxigenación espiritual" de esta jornada, sigan viviendo la misericordia de vuelta a sus casas. Además, El Pontífice ha anunciado que la próxima convocatoria tendrá lugar en Panamá en 2019.
En su mensaje a los más de dos millones de personas, según la organización, presentes en el Campus Misericordiae de Brzegi, el Papa Francisco ha vuelto insistir en que no se dejen llevar por una "vergüenza paralizante". "La vida no hay que encerrarla en un cajón -ha indicado-. No podemos quedarnos sentados esperando con los brazos cruzados; a El, que nos da la vida, no podemos responderle con un pensamiento o un simple mensajito".
En este sentido, ha pedido a los jóvenes no avergonzarse y llevar "las debilidades, las dificultades y los pecados, en la confesión". "No os dejéis anestesiar el alma", ha advertido, al tiempo que ha pedido que den un no fuerte "al doping del éxito a cualquier precio y a la droga de pensar sólo en sí mismo y en la propia comodidad".
Por otro lado, el Papa argentino ha advertido del peligro de quedarse lejos de Jesús porque "no se sientan a la altura", porque "tengan una baja consideración de sí mismos". "Esta es una gran tentación, que no sólo tiene que ver con la autoestima, sino que afecta también a la fe. Porque la fe nos dice que hemos sido creados a imagen de Dios", ha asegurado.
Así, ha asegurado que nadie es inferior y distante, nadie es insignificante, sino que todos son predilectos e importantes: "Tú eres importante!", ha exclamado.
El Papa Francisco ha explicado a los jóvenes que Dios cuenta con ellos por lo que son, no por lo que se tiene. "ante él, nada vale la ropa que llevas o el teléfono móvil que utilizas; no le importa si vas a la moda, le importas tú. A sus ojos, vales, y lo que vales no tiene precio", señala.
Durante la ceremonia, a la que han asistido el presidente de Polonia y el de Panamá, entre otros dignatarios, también ha advertido sobre "la multitud que murmura". "Puede que os bloqueen, tratando de haceros creer que Dios es distante, rígido y poco sensible, bueno con los buenos y malo con los malos. Puede que se rían de vosotros, porque creéis en la fuerza mansa y humilde de la misericordia. No tengáis miedo", ha pedido, al tiempo que reclamado que amén hasta a sus enemigos.
El Santo Padre utilizando un lenguaje muy cercano a los 'milenials', resaltó que la Jornada Mundial de la Juventud "comienza hoy y continúa mañana, en casa". "Jesús espera que, entre tantos contactos y chats de cada día, el primer puesto lo ocupe el hilo de oro de la oración -- ha señalado en tono de complicidad--. Cuánto desea que su Evangelio sea tuyo, y se convierta en tu navegador en el camino".
Así, ha asegurado que la memoria de Dios no es un disco duro que registra y almacena todos los datos, sino un "corazón tierno de compasión, que se regocija eliminando definitivamente cualquier vestigio del mal". Procuremos también nosotros ahora imitar la memoria fiel de Dios y custodiar el bien que hemos recibido en estos días", ha concluido el Papa.
Al acabar la Misa, el Papa ha rezado el Angelus, en el que ha comentado, a modo de resumen de esta jornada de la juventud: "ha sido una 'oxigenación' espiritual para que los jóvenes puedan vivir y caminar en la misericordia, una vez que hayan regresado a sus países".
Acto seguido, en medio de una gran expectación, el Santo Padre ha anunciado que la próxima Jornada Mundial de la Juventud irá a Panamá, cuyo presidente, Juan Carlos Varela, ha acudido estos días a Cracovia. Antes de llegar a la presidencia, Varela tomó parte, como peregrino, en las JMJ de Madrid y Río de Janeiro. Los panameños congregados en la explanada no han ocultado su alegría y han comenzado a gritar, darse abrazos y ondear banderas.
El Santo Padre ha llegado al Campus Misericordiae en torno a las 9 de la mañana, y ha recorrido en coche varios sectores. Tras un saludo del cardenal Dziwisz, arzobispo de Cracovia, comenzó la Misa. En los momentos finales, el cardenal Rylko, presidente del Consejo para los Laicos ha dirigido unas palabras de agradecimiento al Papa.
Aproximadamente un millón de personas ha pasado la noche en el "Campus Misericordiae", protegidos por chubasqueros y durmiendo a la intemperie. Tras la vigilia de ayer, en el inmenso altar, y en los dos escenarios laterales, prosiguió un concierto de música, donde se mezclaron intervenciones de pop, música melódica y rap.
Entre otros, intervino Sor Cristina, religiosa italiana conocida por haber triunfado en un programa de televisión para cantantes. Aunque el concierto se prolongó hasta cerca de las doce de la noche, a las seis de la mañana el gigantesco campamento de Brzegi se ha comenzado a despertar y poco después los altavoces iniciaban oraciones y cantos religiosos.
Por otra parte, el Papa protagonizó ayer un gesto fuera de programa cuando, justo antes de partir por la tarde para la Vigilia en el "Campus Misericordiae", se acercó a la Basílica de San Francisco de Asís, al otro lado de la calle donde se encuentra la residencia del arzobispo de Cracovia.
En la iglesia, el Papa rezó ante las reliquias de dos misioneros mártires polacos, Michal Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski, asesinados en perú por la guerrilla de izquierda en 1991. En el templo se hallaban dos hermanas y dos hermanos de los religiosos.