¿Por qué es malo que el agua del mar esté tan caliente?
El aumento de nutrientes en el agua permite la proliferación descontrolada de organismos microscópicos, lo que conlleva, con el tiempo, un descenso del oxígeno existente en el mar
Redacción / EFE
El aumento incontrolado de la temperatura del mar en los últimos años, que en zonas del Mediterráneo como en la costa de Valencia ha alcanzado ya los 28,7 grados, implica, entre otras cosas, un incremento de la vida microscópica y paralelamente una reducción del oxígeno disponible para el resto de especies, que se acaban viendo amenazadas.
Así lo explica el director de Consultoría medioambiental de Global Omnium, Alejo Muruaga, que sostiene que estas temperaturas provocan la eutrofización del mar, una circunstancia provocada por el exceso de nutrientes, sobre todo ante el incremento de nitrógeno y fósforo.
Comenta Muruaga que el aumento de nutrientes en el agua permite la proliferación descontrolada de organismos microscópicos, lo que conlleva, con el tiempo, un descenso del oxígeno existente en el mar y la consecuente muerte de distintos seres vivos del medio marino, además de la aparición de toxinas producidas por algunos tipos de algas.
Así, además de las implicaciones más conocidas para los humanos del alza de temperaturas en el mar, que implica noches más tórridas y la imposibilidad de dormir ante el bochorno que llega hasta la madrugada, la realidad es que este aumento del termómetro también en el mar conllevaría a un peligro para la supervivencia del propio hábitat marino.
Aunque expone que todas estas circunstancias no se dan en la mayoría de los casos, subraya el investigador que uno de los primeros efectos que provoca el incremento de las temperaturas es el de la aparición de distintos tipos de microorganismos, sobre todo pequeñas algas que son perjudiciales, pues se encuentran "muy a gusto", crecen y se reproducen con fuerza.
Incide en que, al morir estos seres microscópicos, provocan "episodios nocivos" para la calidad del agua, ya que aparecen toxinas que empeoran la calidad del agua.
Al mismo tiempo, señala que, además de las toxinas, estos microorganismos también necesitan mucho oxígeno para desarrollarse, lo que puede desatar la muerte de otros organismos marinos.