Los vemos pululando en el ambiente como ligeros copos de algodón. Están por todas partes y son una pesadilla para los alérgicos. Sin embargo, esta 'nieve de primavera', más allá de su 'poética' y bella estampa, puede convertirse además en un peligro potencial para los campos que comienzan a secarse con la llegada del calor.
En realidad, estas diminutas 'pelusas blancas' o pelusa del chopo son semillas, y su acumulación puede provocar un aumento del riego de incendios.
Campos blancos que pueden arder con facilidad
Bien entrada la primavera, comenzamos a ver zonas completamente blancas por culpa de la acumulación de estos copos. Aunque a simple vista nos parezca polen, no lo es. Sí contienen polen, pero en realidad son semillas del chopo. Y el polen que contiene no es suyo... Con la cantidad de chopos que hay en Madrid, no es de extrañar que nos parezca que está 'nevando'.
En primavera, los chopos polinizan y es el momento en el que sus semillas se trasladan por el aire (y con ayuda del viento) en busca de un buen lugar en donde germinar. No contienen polen, pero sí son potenciales captadores de polvo y polen de otras plantas. De ahí que se convierten en una 'cruz' para los alérgicos.
Por si eso fuera poco, esta época coincide con la polinización de olivos y gramíneas, altamente alergénicos.
La otra gran particularidad de estos pequeños copos de chopo es que arden con mucha facilidad. ¿La razón? Los filamentos que la forman, capaces de retener aire en su interior. Esto hace que favorezca a la expansión del fuego.
De ahí este aviso de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112:
Los agentes forestales de la Comunidad de Madrid recuerdan lo inflamables que pueden llegar a ser las 'hermosas' semillas del chopo, y piden tener especial cuidado con no arrojar nada que pueda arder en un lugar en donde se acumulen.