Las altas temperaturas en todo el país está provocando un aumento de casos de golpes de calor, pero, ¿qué es exactamente y cómo podemos evitarlo?
Un golpe de calor se produce cuando la temperatura del cuerpo aumenta por encima de lo normal de forma rápida y no puede disminuir. Suele producirse por estar expuesto al sol o a altas temperaturas durante un tiempo prolongado o realizar actividades físicas en altas temperaturas.
Los síntomas más comunes cuando se sufre un golpe de calor son: dolor de cabeza, pulso acelerado, respiración rápida, piel seca y roja, sudoración excesiva, náuseas, sensación de debilidad, pérdida de fuerza y vómitos.
Pero también la fiebre, los cambios en el comportamiento como confusión, balbuceo o incluso delirio y las convulsiones pueden indicar que estamos sufriendo un golpe de calor.
Para prevenirlo es muy importante beber mucha agua, al menos 2 litros al día, no hacer uso de comidas copiosas y no beber alcohol o bebidas azucaradas ya que favorecen la deshidratación del organismo.
En cualquier caso, aquí te dejamos cinco remedios para tratar un golpe de calor:
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Buscar la sombra: lo primero del todo es apartarnos del sol y acceder a un lugar fresco para evitar que la temperatura corporal vaya a más.
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Refrescarse de forma progresiva: intentar bajar de golpe la temperatura de nuestro organismo puede ser muy peligroso, por eso aplicar toallitas mojadas por el cuerpo, especialmente en la nuca y en la frente, es mejor que sumergirse en agua fría.
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Beber agua a pequeños sorbos y que no esté muy fría: este paso es importante ya que puede producirse una hidrocución, esto es, un cambio brusco de temperatura que puede llegar a provocar parada cardiorrespiratoria.
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Tumbarse con las piernas flexionadas si hay pérdida de conocimiento: para favorecer la respiración en los casos más extremos y llamar inmediatamente al 112.
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Acudir a urgencias: una vez el estado de la persona haya mejorado, es importante acudir al servicio médico de urgencias para una evaluación exhaustiva.