Un elefante asiático salvaje detectó un paquete de 2,8 kilogramos de opio en una zona de hierba en Mengman, una localidad del suroeste de China, y alertó a la policía fronteriza con sus “llamamientos”.
El hecho ocurrió cuando los agentes recibieron un aviso de que cuatro elefantes salvajes merodeaban por una aldea de la zona, situada en la prefectura autónoma de Xishuangbanna, en la provincia de Yunnan, informó este martes el medio estatal Global Times.
Al llegar al lugar, los policías observaron que uno de los paquidermos se había detenido y estaba olfateando cuidadosamente en una zona de hierba, de donde luego sacó una mochila con su trompa y la lanzó al aire, mientras emitía algunos sonidos.
Los agentes comprobaron el contenido de la mochila y encontraron el opio, una sustancia ilegal que se extrae de la amapola y que se utiliza para fabricar heroína. El caso se halla bajo investigación policial.
La historia ha despertado un gran interés entre los internautas chinos, con el tema ganando más de 200 millones de visualizaciones hasta el martes por la mañana en Weibo -equivalente a X (antes Twitter), censurado en China-.
Los usuarios han elogiado al elefante por su delicado sentido del olfato y su inteligencia, y han pedido que se le premie con más frutas como plátanos.
Algunos también han reclamado más protección para los elefantes asiáticos, una especie “inteligente” en peligro de extinción y considerada como un "buen amigo" de la humanidad.
En el gigante asiático, no solo los elefantes y los perros adiestrados de la brigada canina ejercen labores de rastreo y detección de estupefacientes.
El pasado mes de febrero, la ciudad de Chongqing (suroeste) anunció que había adiestrado a un grupo de ardillas para que fuesen capaces de detectar drogas en espacios de difícil acceso como naves de almacenaje o lugares muy elevados.
Los animales fueron entrenados para rascar en la superficie donde se ocultaban los estupefacientes como forma de indicar a sus adiestradores que han olido la presencia de drogas.
El Ministerio de Seguridad Pública de China sostuvo hace unos meses que el país asiático es la nación con el sistema de control de drogas "más estricto del mundo" y con la mayor cantidad de sustancias prohibidas.
El narcotráfico a gran escala es un delito que puede ser castigado con pena de muerte en China.