La decisión del Supremo de Estados Unidos de prohibir que se patenten genes, abrirá la puerta a que muchas mujeres de aquel pais puedan acceder, a un precio más económico a las pruebas de detección del cancer de mama o de ovario.
La comunidad científica internacional ha calificado la decisión de buena noticia, porque se ha impedido que con las cosas de la naturaleza, como es el ADN humano, se pueda hacer negocio.