La colaboración ciudadana ya ha dado sus frutos gracias a los correos electrónicos recibidos por la Policía Nacional. Tras analizar al detalle cada mensaje, los agentes han identificado la habitación de la niña que se encontraba en peligro. Ya se han puesto en contacto con los familiares de la menor y continúan las investigaciones.
A media mañana de este lunes, la Policía Nacional difundió a través de su cuenta de Twitter tres fotografías de una habitación de una niña que podría estar siendo víctima de abusos, por lo que solicitaba colaboración ciudadana para identificar ese dormitorio.
"Muy importante. Una menor podría estar en riesgo. Por favor mira bien estas fotos y escríbenos a cgpj.bitpm3@policia.es si reconoces esta habitación", es el mensaje que lanzaba @policia en su Twitter.
Junto al tuit, la Policía había difundido tres fotografías de una habitación infantil, presumiblemente de niña. En una de las imágenes se veía la pared decorada con cuatro búhos de papel o cartón pintados de colores y una medalla deportiva, además de algunos cojines.
En otra foto se veía una cama pegada a una pared sobre la que hay varios cojines de peluches, así como la puerta de la habitación cerrada con varas perchas con prendas de vestir y bolsos.
La tercera fotografía difundida por la Policía mostraba las puertas de un armario de color madera. A pesar de que la calidad de la imagen no es nítida podía apreciarse que en dos puertas hay pegados dos dibujos y de dos pomos del armario cuelgan unos adornos con forma de corazón.
Fuentes policiales han señalado que se trata de una investigación abierta de pornografía infantil que sigue la unidad de la Ciberdelincuencia y que actualmente está judicializada. De hecho, el juzgado ha autorizado la difusión de estas imágenes para intentar impulsar las pesquisas de la Policía.
Vital colaboración ciudadana
No es la primera vez que la Policía Nacional pide colaboración ciudadana a través de sus redes sociales para tratar de avanzar en alguna investigación.
En 2018, por ejemplo, difundieron una llamada anónima a la Cruz Roja de Madrid que resultó ser clave para esclarecer el crimen de un anciano de 81 años que murió asfixiado tras ser maniatado y amordazado el 4 de febrero de 2017 en Santander.
En Alemania, la policía también detuvo al violador de una niña de cuatro años en 2017 veinticuatro horas después de difundir las fotos de la pequeña como último recurso para llegar hasta el agresor, pues había colgado imágenes de los abusos sexuales en la llamada "red oscura".