La imagen de España en Alemania se ha desplomado en los últimos tres lustros: se ha multiplicado por cinco la desconfianza en los españoles y se ha duplicado el porcentaje de quienes los ven poco trabajadores y quienes tachan al país de "débil", según la última oleada del Barómetro de la Marca España.
"El milagro español del que se hablaba en los ochenta y los noventa desgraciadamente se ha terminado", ha resumido en la presentación del sondeo el responsable del Observatorio de la Marca España, Javier Noya, investigador principal del Real Instituto Elcano.
A pesar del evidente deterioro de la reputación del país, el barómetro muestra que España sigue siendo bien valorada en Alemania, donde recibe una nota del 6,1 y amplía su distancia respecto a Grecia (4,6 puntos).
COMPARADO CON UN SONDEO DE 1996
Noya ha comparado los datos del barómetro -realizado entre el 25 de marzo y el 4 de abril- con un sondeo realizado en Alemania en 1996.
Ese año sólo uno de cada diez alemanes desconfiaban de los españoles y ahora son cinco de cada diez; dos de cada diez alemanes veían a los españoles poco trabajadores y hoy son ya cuatro de cada diez; y la imagen de España como país débil ha pasado del 20 al 44 por ciento.
Noya ha considerado además preocupante que todavía el 77 por ciento de los germanos considere que España es un país "tradicional", un problema estructural "muy grave" que también es percibido por otros países y que supone un lastre para muchas empresas exportadoras y tecnológicamente avanzadas, ha advertido.
Además de en Alemania, el barómetro ha medido la imagen de España en el Reino Unido, China, Rusia, Estados Unidos y México a través de 3.036 encuestas que otorgan a España una nota media de 6,6 puntos, sólo tres décimas por debajo de Estados Unidos e Italia y casi un punto por delante de Grecia.
Noya ha alertado no obstante de que se ha interrumpido la tendencia de mejoría en la reputación del país que se había detectado el pasado invierno.
MEJORA SU VALORACIÓN POLÍTICA Y ECONOMICA
Ha subrayado además la brecha entre la relativamente buena imagen exterior de España y la negativa percepción que tienen los españoles de su propia situación, pero ha considerado que no se puede achacar ese pesimismo al fatalismo o al derrotismo, sino al conocimiento profundo de la realidad.
El barómetro revela que, a pesar de los últimos escándalos, "España no es vista todavía como un país corrupto", aunque 1 de cada tres entrevistados sí que tiene esa percepción y el porcentaje aumenta en el caso de Alemania a 1 de cada 2.
La imputación de la infanta Cristina en el caso Nóos se conoció mientras se realizaba el trabajo de campo en China, Rusia y México, y, según Noya, no tuvo ningún efecto inicial en la imagen del país.
España mantiene además su valoración política en el extranjero (pasa de un 5 a un 5,2) y mejora su imagen económica (del 4,3 al 5), aunque sólo uno de cada diez entrevistados piensa que superará pronto la crisis.
El 52 por ciento cree que lo logrará a medio plazo y el 36 por ciento estima que la recuperación sólo llegará a largo plazo, pesimismo que destaca en el Reino Unido y Alemania.
En línea con esos datos, una mayoría (62 por ciento) todavía piensa que España necesitará un nuevo rescate europeo.
El 55 por ciento de los encuestados identifican a España con "conflicto social", porcentaje que se sitúa en el 71 por ciento en Alemania; y un 47 por ciento relaciona al país con la pobreza (71 por ciento de los alemanes).
Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mantiene su nota de 5,4 prácticamente estable, aunque sigue siendo un líder bastante desconocido, ha apuntado Noya.