El número de menores migrantes que llegaron solos a España en el año 2017 fue de 2.417, lo que supone un aumento del 60,4% con respecto a 2016, según Save the Children, que precisa que la mayoría son de nacionalidad marroquí y argelina. Así, la organización estima que actualmente hay en total 6.414 menores extranjeros no acompañados bajo tutela del Estado. La organización, que ha presentado este lunes su informe 'Los más Solos', ha denunciado los "fallos" y "obstáculos" del sistema de acogida, protección e integración de niños y adolescentes migrantes que llegan solos a España. De hecho, señala que España "no está preparada" para acoger a los menores y garantizar sus derechos.
De los casi 2.500 menores no acompañados que llegaron en 2017, unos 2.177 lo hicieron en patera. "Cuadruplica el número de 2016", ha recalcado el director general de la organización, Andrés Conde, durante una rueda de prensa, en relación a la llegada de menores en embarcaciones. Y ha destacado que el 14% de todas las personas que han alcanzado España por vía marítima o terrestres son menores de edad.
Además, ha recordado que en 2016 llegaron 28.349 migrantes a España, que es el "tercer país" en número de llegadas, después de Italia y Grecia. Según los datos de la organización, ese mismo año abandonaron los servicios de protección un total de 825 menores --de los que 770 son niños y 55 son niñas-- que actualmente figuran en paradero desconocido. De ellos, 331 estaban en Andalucía, 230 en Euskadi y 66 en Ceuta.
LAS NIÑAS, LAS MAS VULNERABLES
De los menores extranjeros que constan como tutelados por el Estado, proceden de Marruecos el 64,84%, de Argelia el 9,63, de Guinea el 4%, de Costa de Marfil el 3,2%, de Camerún el 0,98%, y de Nigeria el 0,59%. Según ha explicado Conde, el 90% son barones, mientras que el 10% son mujeres. "Pero ese 10% es el más vulnerable", ha afirmado, argumentando que muchas, cuando son adultas, confiesan que siendo menores fueron captabas por redes de trata de seres humanos.
El motivo por el que la mayoría de niñas abandona su país de origen suelen ser los malos tratos que sufren por parte de su entorno, y la "vulnerabilidad de género" por su condición de migrantes, menores y mujeres también se refleja en su trayecto migratorio, según ha remarcado la directora de Políticas de Infancia de Save the Children, Ana Sastre. Para el director, es "especialmente grave" la falta de gestión de la transición a la vida adulta de estas niñas teniendo en cuenta que pueden acabar en manos de "mafias".
También hay migrantes menores que se marchan de sus países de origen por sus propias aspiraciones personales, por la sostenibilidad económica de su familia así como por la inestabilidad política del país y las violaciones de derechos humanos en ellos, según detalla el informe 'Los más solos'. Pero las "altas expectativas" que tienen respecto a la vida en Europa, ha explicado Conde, se desmoronan al llegar. "Tras pasar por un infierno de viaje en patera, se enfrentan a otra carrera de obstáculos por el sistema de protección", ha aseverado.
"FALTA VOLUNTAD"
Save the Children denuncia "falta voluntad" por parte de las administraciones públicas que, en opinión de Sastre, siguen creyendo en la posibilidad de que un sistema de protección adecuado produzca un 'efecto llamada' a más menores extranjeros y, de esta forma, aumente el número de llegadas. "Es falso, los niños salen de sus países porque allí se les trata mal, no porque aquí se les garanticen sus derechos", ha manifestado.
En el informe publicado este lunes, la organización critica la detención de muchos menores migrantes, que se enfrentan al "miedo a ser deportados en caliente" al no tener documentación que les identifique. Asimismo, advierte de las "ineficientes" pruebas de determinación de las edad de los menores no acompañados y, concretamente, de las "humillantes" exploraciones de genitales a las que son sometidos. Además, Sastre denuncia que en los últimos cinco años han pedido asilo en España un centenar de menores, de los que "solo lo han conseguido 31" --es decir, "se rechazan dos de cada tres" solicitudes. "Falta voluntad de informarles sobre la posibilidad de pedir asilo", sostiene Sastre, que también asegura que muchos de estos menores internos en centros sufren "malos tratos" por parte del personal y "deciden escapar de las malas condiciones en las que viven" en ellos, ya que muchos están "hacinados".
"CONDENADOS A PRECARIEDAD Y EXCLUSION"
Desde Save the Children, avisan de que el sistema de protección actual "condena a estos niños a la precariedad y a la exclusión social" porque al cumplir 18 años se quedan desprotegidos y sin apoyo institucional. Por ello, reclaman la puesta en marcha de medidas urgentes, como la concesión automática de la autorización para trabajar cuando los menores alcancen la edad de 16 años.
Entre otras cosas, también piden prohibir la práctica de las "devoluciones en caliente" introducida en 2015 en la Ley de Seguridad, la creación de la figura de un asesor independiente y voluntario que intervenga desde el primer contacto del menor con las autoridades, y una reforma de la ley del menor y legislación de extranjería que garantice que las pruebas de determinación de la edad "se apliquen como último recurso y nunca cuando el niño o niña tenga un documento que acredite su minoría de edad".
Además de abogar por dar formación a todos los profesionales de los centros de acogida, Save the Children reclama una revisión del sistema de acogida para impedir que los menores pasen largas temporadas en centros diseñados para estancias temporales, al tiempo que solicita la configuración de "estándares de calidad" a nivel estatal para estos centros de internamiento que "aseguren una acogida digna". Asimismo, reivindica la inclusión del colectivo de menores extutelados para que tengan acceso preferente a vivienda, empleo, formación y prestaciones sociales.
De igual forma, Save the Children aboga por un sistema de acogida familiar para todos los menores migrantes que llegan solos, alegando que este una familia es el mejor espacio "para garantizar el pleno desarrollo y bienestar de estos menores". Para Sastre, desde las distintas administraciones públicas debe fomentarse el acogimiento en familias y "darles un lugar digno donde vivir". Con este objetivo, Save the Children ha abierto una petición de firmas en su página web para conseguir el apoyo de los ciudadanos en esta demanda.
BUSCAN FAMILIA PARAA REVIVIR EL VIAJE DE UN MENOR EXTRANJERO
Con este motivo Save the Children ha lanzado la campaña "Se buscan familias", con la que pretende seleccionar a una familia con hijo menor adolescente para reproducir el viaje que realizó un menor extranjero senegalés que llegó solo en patera a España. "Queremos que esa familias vivan la experiencia de ese viaje desde Senegal a España para que luego lo puedan contar", ha explicado el director general de Save the Children, Andrés Conde, durante la presentación del informe "Lo más solos", que radiografía la situación de esos menores extranjeros no acompañados.
En concreto, está previsto que a principios de agosto la familia seleccionada viaje con Omar Sylla, un joven de senegalés que llegó a España en patera con 17 años.
Omar Sylla ha relatado durante la presentación del informe la desprotección que sufrió por parte de la administración, que ni siquiera comprobó si era menor."Me ingresaron en un centro como militar en Tenerife, como un adulto más y después fuimos trasladados a Madrid", ha explicado este joven senegalés que sigue viviendo en España, gracias al apoyo que recibió en su día de particulares.
"Nunca tuve ni formación, ni talleres para integrarme y tener un trabajo, estuve muchos años sin saber por dónde empezar porque las leyes nos impiden entrar en el mercado de trabajo", ha dicho.
Omar asegura que desde Senegal solo se ve el lado positivo del viaje. "Me preguntan los amigos que quieren venir y les digo que si tengo que volver a mi país en patera para ver a mi familia nunca volvería".
Save the Children reclama que el primer permiso de residencia sea de al menos cinco años y propone establecer criterios iguales que garanticen las condiciones mínimas de acceso y ejercicio a los derechos que deben garantizarles los sistemas de protección.
La ONG lamenta que los menores "tras haber cruzado desiertos, viajado ocultos en camiones, sobrevivido a peligrosas travesías y saltado vallas, son sometidos a tratos y pruebas indiscriminadas para determinar su edad, cuyo único objetivo es rehuir de la protección a la que son obligadas y se han comprometido las instituciones públicas".
Conde ha explicado que los menores salen de sus países por diversos motivos: "personales, persiguiendo un sueño con la información que han visto en redes sociales de historias de éxito; por razones familiares, escapando de abusos y maltrato en sus hogares; y económicas, ante situaciones de pobreza".