La gente se espera hasta el final para realizar las compras de la cena de Nochevieja, lo que demuestra que se nota la crisis.
Los mercados están abarrotados, de gente y de mercancía. A las puertas de celebrar las dos cenas más celebradas del año, la fiebre se desata.
Como viene siendo habitual decenas de personas han acudido este viernes al madrileño Mercado de Maravillas para ultimar las compras de la que va a ser la última cena de este año que termina, que viene marcado por la crisis económica.
Los tenderos coinciden en que lo que más se vende este año es la pescadilla, porque está más barata y la lubina debido a su precio más asequible.
Lo que más tienen son encargos de clientes que ya habían hecho su pedido para la cena de esta nochevieja, en la que el plato favorito suele ser el cordero o el solomillo. Afirma al igual que el tendero de la pescadería que el grueso de clientes se acerca al mercado a partir de las 11.00 horas.