El 56% de los jóvenes españoles de entre 16 y 20 años considera que los riesgos provocados por el uso de Internet y las redes sociales, como el acoso de adultos a menores o el acoso entre compañeros, son mucho más frecuentes de lo que se dice. Es más, el 58% considera que el acoso entre compañeros o 'ciberbulling' se da con bastante o mucha frecuencia.
Además, un 54% considera lo mismo del envío de imágenes privadas y comprometidas y un 41% del acoso de adultos a menores. Estos son los algunos de los datos que se desprenden del estudio Jóvenes en la red: un selfie , elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, un centro creado por la FAD con el apoyo del Banco Santander y Telefónica, y presentado este miércoles en Madrid.
No obstante, según subrayó Eusebio Megías, autor del estudio junto a Juan Carlos Ballesteros, los jóvenes "cuando utilizan las redes sociales no lo hacen de forma ingenua, saben que hay un precio que pagar".
En definitiva, la mirada de esta generación de 'nativos digitales' (un 92 por ciento de esos jóvenes utilizan internet con mucha frecuencia) es "cualquier cosa menos ingenua", pues el estudio desvela que el uso de las redes sociales tiene "una mezcla" de elementos positivos y negativos.
En cuanto a las tendencias en relación al uso de Internet y de las redes sociales por parte de los jóvenes, el documento establece tres líneas: buscan información y contenidos; lo utilizan para divertirse y jugar online y se sirven de las tecnologías para interactuar con otras personas (ya sea para compartir información personal o curiosear la de otros).
LADO NEGATIVO
El estudio desvela que los jóvenes son conocedores de ese lado negativo de su uso de las redes sociales, como que facilitan la mentira el engaño, se pierde intimidad, hace que las relaciones interpersonales sean más pobres que las cara a cara.
Los encuestados valoran todas cuestiones con alrededor de siete puntos en una escala de diez. Pero, la mayor exigencia, según insistió el coautor de la encuesta, viene por parte de las mujeres, que son "severamente más críticas" con las redes.
En lo que sí que coincide buena parte de los jóvenes (casi el 40%), chicos y chicas, es en que reconocen haber sentido dependencia de Internet con alguna frecuencia hasta el punto de tener que desconectar, subrayándose esa consciencia que tienen de los riesgos de las tecnologías.
De hecho, destacó que los 800 jóvenes encuestados apuntan notablemente a que son conscientes de que "las redes sociales son un escaparate y no tiene ningún sentido estar si no te muestras, a costa de perder intimidad. No puede ser de otra manera". "La clave está en establecer un límite", insistió Megías.
En esta línea, el director de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Ignacio Calderón, subrayó la necesidad de dar a los jóvenes una serie de principios con las que tener herramientas para enfrentarse a los riesgos de los avances tecnológicos y de comunicación.
"Estamos hablando de algo que es una ventana en la que se ve todo, la clave es que enseñemos a ver, a tener criterio, y a tener capacidad de interpretación, para reducir el efecto negativo que puede tener. Y en eso la clave es la educación en valores", defendió Calderón.
Desde su perspectiva, para los jóvenes no estar en las redes sociales "es estar excluidos", "de presente y de futuro", de ahí que educar en valores contribuya a hacer a los usuarios "menos vulnerables" en el uso de las nuevas tecnologías.
Megías llegó a equiparar el uso de las redes sociales con la idea que se tenía hace años sobre el consumo de las drogas: "Son malas pero a veces son útiles. Dicen lo mismo pero de forma más radical: tienen sus inconvenientes, no son la panacea, pero no hay ninguna duda de que son muy útiles y para muchos de nosotros son absolutamente necesarias".
PERFILES
El estudio permite establecer varios tipos de perfiles entre los usuarios de las nuevas tecnologías. El más numeroso es el de los "pragmáticos" (30%), jóvenes que usan las redes, aunque no mucho, pues son prudentes al ver las ventajas e inconvenientes por igual. Otro es el de los "integrados" en la red, que suponen el 27% de la muestra. Éstos no son muy sensibles a los peligros del uso de Internet, subrayan más los aspectos positivos, pero no son grandes frecuentadores de la red.
El 18% son los "experimentados", que han perdido el miedo a lo 'online'. Hacen un uso prolongado e intenso de las redes y minimizan los riesgos. Finalmente, el 12% corresponde al grupo de los tecnófobos, más bien indiferentes, críticos y negativos ante las redes. Usan muy poco las redes.