El número de muertos por incendios en el hogar en España ha sido de 51 en los dos últimos meses, un 50 % más que en el mismo período del invierno anterior, según un informe de la Fundación Mapfre y de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB) dado a conocer hoy.
El informe ha sido presentado por el director general de Protección Ciudadana de la Comunidad de Madrid y presidente de la APTB, Carlos Novillo; el vicepresidente de la APTB, Carlos García Touriñán; el director general de la Fundación Mapfre, Julio Domingo, y el director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, Jesús Monclús.
El estudio se centra en 2015 -último año sobre el que hay datos completos- cuando fallecieron 143 personas por incendio, un 11,7 % menos que el año anterior, y adelanta datos de los dos últimos meses que revelan que entre diciembre de 2016 y enero de 2017 han fallecido 51 personas por incendios en viviendas, frente a las 34 contabilizadas entre diciembre de 2015 y enero de 2016.
La causa principal de estos fallecimientos ha sido el descuido con un radiador, brasero o chimenea, normalmente en el salón de la vivienda, y la mayoría de las veces -más de la mitad- en horario nocturno, concretamente entre las ocho de la tarde y las ocho de la mañana.
Por comunidades, la que más víctimas ha registrado en los dos últimos meses han sido Andalucía (10) y Valencia (9), seguidas por Cataluña y Castilla-La Mancha (8).
Siete de los incendios ocurridos en las últimas semanas han sido con braseros, un elemento que no debería usarse porque es peligroso tanto por la posibilidad de quemar ropas y objetos cercanos como por la emisión de gases, según ha precisado el director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, Jesús Monclús.
Preguntado por si la causa de algunos de estos incendios tiene que ver con la denominada pobreza energética que sufren algunas familias, Monclús ha dicho que se investigan las causas pero que "la pobreza lleva a una menor esperanza de vida en general", en todos los ámbitos, "y los incendios no están ajenos".
Por su parte el director general de Protección Ciudadana de la Comunidad de Madrid y presidente de la APTB, Carlos Novillo, ha dicho que, tras los datos de 2015, que reflejan un descenso de fallecidos sobre 2014, los recabados este invierno "indican que no hay que bajar la guardia" para no volver a cifras de 180 fallecidos, y ha subrayado el compromiso de conseguir "cero víctimas" en incendios.
Para ello los responsables del estudio recomiendan vigilar los aparatos de calefacción, que no pueden estar cerca de elementos inflamables, así como no fumar en la vivienda, ya que los cigarrillos mal apagados son unas de las principales causas de incendio. También aconsejan no sobrecargar los enchufes con ladrones, desconectar los aparatos eléctricos después de usarlos, no realizar manipulaciones caseras y no dejar cerillas y mecheros al alcance de los niños.
Y recomiendan colocar detectores de humo, que cuestan entre 6 y 20 euros y alertan de incendios sobre todo por la noche, siendo un elemento esencial en viviendas con niños y con personas mayores, sobre todo si éstas viven solas. De hecho, el estudio refleja que en 2015 más de la mitad de los fallecidos en incendios en viviendas fueron personas mayores.
Según el informe hubo 143 personas fallecidas en 2015, que son 19 menos que en 2014. Del total, 78 de ellas eran hombres, un 24% menos, y seis niños menores de 14 años, menos de la mitad que los 14 de 2014. En el hogar, el número de incendios en 2015 ascendió a 15.628, lo que representa una media de 43 fuegos diarios, que acabaron con la vida de 110 personas, un 15 % menos que el año anterior.
En 2015 hubo un incremento en los fallecidos en residencias de mayores, con 10 víctimas mortales, lo que se debió sobre todo a un incendio en una residencia de Santa Fe (Zaragoza) en julio que sumó ocho fallecidos.El estudio revela que las personas que viven solas multiplican casi por 9 las posibilidades de morir en un incendio, y que las cifras empeoran si además son de edad avanzada.
Por comunidades autónomas, Cataluña es la primera con 29 fallecidos, seguida de Andalucía, que ha protagonizado un importante descenso con respecto al año anterior, pasando de 32 fallecidos a 21 en 2015, y de la Comunidad Valenciana, con 10 víctimas.