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10 lugares (y uno de propina) para disfrutar del chocolate con churros en Madrid
- En la Comunidad existen muchos locales de amplia tradición para disfrutar de este delicioso capricho
Se han terminado las fiestas navideñas y ya hemos dejado atrás los polvorones, los mazapanes y los roscones. ¿Y ahora qué?
¿Tenemos que esperar hasta Semana Santa o San Isidro para volver a disfrutar de los dulces madrileños?
¿Cómo vamos a sobrevivir los más golosos hasta que los huesos de santo, las rosquillas o los buñuelos de viento llenen los escaparates de las pastelerías y cafeterías madrileñas.
¡Que no cunda el pánico! Madrid nunca falla a la hora de satisfacer los deseos de madrileños y visitantes.
Ha legado el momento, si es que alguna vez dejamos de hacerlo, de disfrutar de un buen chocolate calentito con unos deliciosos churros.
En la capital existen muchos locales de amplia tradición en la elaboración de este delicioso desayuno, o merienda, o postre... Siempre es un buen momento para degustarlo.
En Madrid, las chocolaterías son un lugar de encuentro y un reclamo turístico y algunas de ellas se han convertido ya en auténticos templos.
Si preguntamos a cualquier madrileño, lo más probable es que el primero que se le venga a la cabeza sea la churrería más emblemática de Madrid.
1. CHURRERÍA SAN GINÉS
Probablemente la más famosa de la ciudad. Miles de jóvenes han terminado las nocheviejas "entonando" el cuerpo con su típico chocolate.
Situada a pocos metros de la Puerta del Sol, desde 1984 ofrece a madrileños y turistas su tradicional chocolate, que se puede disfrutar tanto dentro del local como en la terraza exterior y también puedes pedirlo para llevar y disfrutarlo dando un paseo por el centro de la ciudad.
San Ginés mantiene intacto su encanto castizo desde sus inicios. Sus mesas de mármol blanco y su mostrador revestido de azulejería son tan tractivos como el sabor de su producto estrella.
Raro es el día que no tenga algo de cola, pero no todas las chocolaterías pueden presumir de servir 2.000 chocolates y 10.000 churros al día. Por algo será.
Esta chocolatería es una parada obligatoria, además abre hasta las once de la noche los 365 días del año, así que no hay excusas.
DÓNDE: Pasadizo de San Ginés, 5.
2. CHOCOLATERÍAS VALOR
A pocos pasos de la anterior, nos encontramos con la chocolatería de la popular firma alicantina de chocolates.
Valor es una de las marcas de chocolates de más prestigio en nuestro país por su excelente calidad y sus chocolaterías no defraudan.
Su característica fachada de color verde da la bienvenida a un local con una decoración clásica a base de mesas de mármol y sillas de madera.
Las chocolaterías Valor son un lugar de encuentro para los auténticos sibaritas del chocolate que acuden a disfrutar de sus chocolates tradicionales, sus chocolates fríos y sus especiales chocolates gourmet.
Además, tienen el servicio take away para chocolate con churros.
DÓNDE: Calle del Postigo de San Martín, 7; Pº de las Acacias, 25 y c/ Conde de Peñalver, 43.
3. LOS ARTESANOS 1902
También en pleno centro de Madrid, muy cerca de la Plaza de las Descalzas, encontramos esta chocolatería que va ya por la cuarta generación de una familia de churreros y que lleva alegrando los paladares de los madrileños desde hace más de 100 años.
Con un estilo muy similar al de la mítica San Ginés, pero sin tantas aglomeraciones, en su local se pueden degustar, además de los chocolates con churros, los pestiños o las torres de flores o floreta (de chocolate, miel o azúcar con canela).
Pero el chocolate es, sin duda, la auténtica estrella. Pocos establecimientos pueden presumir de llevar preparando la misma receta más de un siglo.
En Los Artesanos hay que probar su receta clásica, pero también es recomendable aventurarse a degustar su chocolate con nata o su chocolate con ron.
El establecimiento tiene ofertas para desayunos y para meriendas, pero está abierto todo el día, así que cualquier momento es bueno para disfrutar de su chocolate con churros.
DÓNDE: Calle de San Martín, 2.
4. MADRID 1883
Su nombre lo dice todo, Madrid 1883 es la churrería más antigua de Madrid.
Hasta cuatro generaciones de familias churreras han alegrado las mañanas y los desayunos de madrileños y turistas en pleno corazón del barrio de Malasaña.
En su interior se puede disfrutar de un tradicional chocolate con churros mientras se observa su proceso de elaboración.
Además de por la excelente calidad de sus productos, merece la pena visitarla para disfrutar de su cocina vista.
La churrería 1883 es un lugar acogedor, con un producto excelente y que ha sabido mantener esa misma fórmula en sus otros locales.
DÓNDE: c/ Espíritu Santo, 8 (Malasaña), Pº de las Delicias, 34 y Centro Comercial Oasiz (Torrejón de Ardoz).
5. TACITA DE PLATA
Y seguimos sin movernos del centro de la capital. En plena calle Mayor encontramos otra churrería centenaria, fundada en en el año 1900.
Pero no os dejéis engañar por su antigüedad y solera. Tacita de plata destaca porque en ella, además de a la manera tradicional, se puede disfrutar de su chocolate con churros o porras de una manera diferente.
Y es que en Tacita de Plata encontramos, desde el churro más tradicional, hasta el churro bombón o los churros rellenos de crema o dulce de leche.
En su carta cuentan también con opciones para veganos e intolerantes a la lactosa.
Y un combo especial para llevar: en un cucurucho te llevas tu media docena de churros y tu vasito de chocolate.
DÓNDE: c/ Mayor, 31 y Avda. Siglo XXI, 9 (Boadilla del Monte).
6. CHOCOLAT MADRID
Sin alejarnos demasiado del centro, nos desplazamos hasta el Barrio de las Letras para degustar el chocolate artesanal de Chocolat Madrid.
Esta chocolatería, que nació en el año 2003, ha ido ganando fama con los años gracias a su chocolate elaborado a diario con poco azúcar.
Cada mañana preparan sus deliciosos churros y porras y, si sois más de bizcochos, no dejéis pasar la oportunidad de probar su amplia variedad.
Chocolat Madrid está abierto desde las ocho de la mañana para que madrileños y turistas puedan cargar las pilas antes de recorrer las calles de uno de los barrios más emblemáticos de la capital.
DÓNDE: Calle de Sta. María, 30.
7. MAESTRO CHURRERO
Y, si lo que buscas es una reinterpretación del clásico chocolate con churros, no tienes que moverte del Barrio de las Letras.
Maestro Churrero es una churrería con más de 110 años de historia en los que han apostado por conjugar el auténtico churro de Madrid con la innovación.
En sus chocolaterías en Madrid encontrarás un sin fin de propuestas creativas, donde hay 3 protagonistas principales, el churro, la porra y el chocolate.
ChurrosMch, Churros sin gluten, Maki-churros, Churros con Helado, Churros Golosos, 7 Colors, o bien el tradicional Chocolate con Porras o Churros o los atrevidos Churro Bites, todo un despliegue de sabores y creaciones utilizando la mejor materia prima del mercado.
DÓNDE: Plaza Jacinto Benavente 2 y c/ Carrera de San Jerónimo 6.
8. LA ANTIGUA CHURRERÍA
Nos desplazamos hasta Bravo Murillo para visitar un café de los de toda la vida.
Nacida en Vallecas en 1913, la Antigua Churrería es una de las más veteranas de Madrid y sigue con la misma receta tradicional de sus inicios.
Y como la tradición no está reñida con la innovación, en La Antigua no solo puedes ir a comprar tus churros para llevar, también puedes hacer pedidos online a domicilio.
Los churros de la Antigua son muy crujientes y nada pesados, como debe ser.
Además, también sirven algunas preparaciones más modernas como, por ejemplo, los bañados en chocolate o los churros rellenos, un auténtico espectáculo de sabores.
DÓNDE: c/ Bravo Murillo, 190, c/ Conde de Peñalver, 32 y Avda. de los Andes, 22.
9. CHOCOLATERÍA CHURRERÍA ANTONIO
Hay vida, y chocolate con churros, más allá del centro.
En el madrileño barrio de Vallecas, la Chocolatería Churrería Antonio lleva desde 1935 sirviendo a diario, excepto los lunes, deliciosos desayunos con el chocolate con churros como protagonista.
Esta churrería ofrece unos tradicionales churros y porras de gran calidad, elaborados con las mejores materias primas.
Y tampoco podía faltar su punto innovador. No dejes de probar sus famosas 'ranas', una reinterpretación de las deliciosas porras con anís, azúcar y canela.
Y, si esto no te parece suficiente, en esta chocolatería también puedes disfrutar de uno de los postres tradicionales de la Semana Santa todos los miércoles del año, los buñuelos.
DÓNDE: Cl. de la Sierra Vieja, 75 (Vallecas).
10. MANOSANTA
De mano de la familia Aragón, esta churrería llegó al madrileño Barrio de Salamanca hace un par de años dispuesta a demostrar que la tradición no está reñida con la modernidad.
Manosanta es una churrería diferente, con un aire más cosmopolita y actual, para atraer a un público más joven.
La receta de toda la vida en un espacio contemporáneo y con una cuidada atención al detalle son las señas de identidad de esta especie de churrería de diseño.
La innovación no es solo estética. Además del Chocolate Manosanta, el clásico de toda la vida, los amantes de este dulce pueden disfrutar del Clarito o el Mocha, con un toque a café, a los que se puede añadir un extra como nata montada o marshmellow.
Pero la gran estrella de la casa son los churros y las porras y sus ya famosos 'Pecaditos', cubos de churros pequeños, que se han convertido en los favoritos de los niños.
Todos sus churros se pueden pedir con azúcar o canela. O puedes atreverte con otras opciones como dulce de leche, leche condensada o Nutella.
Pero, sin duda, la estrella de la casa es el 'Sandwich Pecado Mortal'; una especie de sándwich con dos churros enrollados y helado artesano de la heladería Maison Glacée en medio.
DÓNDE: c/ Hermosilla, 97.
Y UNO DE PROPINA: SCHOTIS
Con este nombre no podía faltar en nuestra lista de las mejores chocolaterías madrileñas.
Una churrería moderna que triunfa en Madrid y en Instagram con la originalidad de los rellenos, coberturas y toppings con los que sirven los churros.
En Schotis han creado tres versiones de este clásico de la repostería española.
Bajo la etiqueta, ‘fritters’, la carta incluye churros de lazo, porras, 'mads' (churros rosca mini, bautizados así por las letras de Madrid y la palabra en inglés mad (loco) por su singular apariencia), 'schotis' (como las flores manchegas) y 'pichis', la versión mini de los churros de siempre, que se vende en cajas de 12 y son los favoritos de los más pequeños.
Además del chocolate tradicional, los más atrevidos pueden optar por los 'dips', tarrinas pequeñas para llevar con salsas como leche condensada, chocolate blanco, nutella, dulce de leche y praliné de avellana.
DÓNDE: c/ Santa Engracia, 55.