Los vecinos de Usera llevan desde 2017 luchando contra la publicidad de prostitución en los parabrisas de los coches. Denuncian que "es un problema continuo" y que "sus hijos recogen anuncios de prostitución de camino al colegio", pudiendo llegar a recoger decenas de papeles en un tramo de 200 metros.
Uno de los vecinos enseña todos los "flyers" que ha recogido en cuestión de un par de minutos, considera que "es un acoso tremendo y por ello todas las asociaciones de vecinos están en pie de guerra porque detrás de estas imágenes hay trata de mujeres, hay esclavitud, presión sobre ellas y muchas más cosas".
"La juventud no tiene por qué hacer el recorrido hacia sus colegios viendo estos anuncios y normalizando un problema con el que estamos en contra", explican. "Los niños recogen los anuncios y juegan con ellos como cromos, es una pena. Están al lado de las viviendas, en los coches y cerca de los colegios, no tiene ningún sentido esta situación exagerada".
Piden que se actúe "en defensa del menor" y que la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid "tome cartas en el asunto". Rocío Mora, directora de APRAM. Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida, declara que llevan mucho tiempo trabajando con asociaciones de vecinos de distintas zonas "donde saben que hay mujeres esclavizadas": "Hay una investigación muy clara de dónde están esas mujeres y hay que buscarlas porque ellas no pueden ir a la asociación a pedir ayuda".
Detrás de esos anuncios se esconde la raíz del problema de muchos barrios de Madrid: "Hay pisos donde se ejerce la prostitución de la manera más clandestina", denuncia Rocío Mora. "Pero la ley tiene que cambiar para que todas y cada una de las formas de proxenetismo estén penalizadas por ley, no por una ordenanza local o de determinado distrito".
Las mafias que se dedican al proxenetismo se encargan también de repartir estos anuncios por barrios de Usera, Villaverde, Carabanchel y Latina, entre otras zonas. "Nadie puede explotar a un ser humano y aquí claramente ocurre, además de ser en si una publicidad sexista que debe desaparecer", reclaman los vecinos.